bosques
Los bosques son un importante sumidero de carbono por su capacidad de fijar dióxido de carbono de la atmósfera al hacer la fotosíntesis. Sin embargo, también ellos sufren las consecuencias del cambio climático.
El abandono del territorio está dando lugar a un acelerado proceso de expansión de bosques y matorrales en países desarrollados. España no es una excepción, lo que está dando lugar a una llamativa transformación de sus paisajes.
Los bosques recogen gran parte de la biodiversidad terrestre. Decenas de miles de especies de plantas, animales, hongos y organismos microscópicos interactúan, a menudo escondidos, entre los árboles. Todas estas especies forman parte viva del ecosistema forestal. De ahí puede surgir una pregunta: ¿podemos conocer la capacidad que tienen nuestros bosques para acoger diversas plantas, animales y hongos? Ahora sí.
Un artículo publicado en la revista Nature con participación del CREAF y, liderado por la Universidad de Leeds, revela que el cambio climático está debilitando los bosques del Amazonas occidental y meridional.
Hace tiempo que no llueve. La sociedad y la naturaleza estamos sufriendo una sequía prolongada, hemos llegado a restricciones en el uso del agua para la población y nos preguntamos: ¿cómo afecta a nuestras masas forestal la carencia persistente de lluvias?
La sequía estival es un rasgo que ha moldeado los ciclos biológicos y el funcionamiento de los bosques mediterráneos desde los orígenes del clima que les afecta. Se han descrito numerosos mecanismos de los bosques para evitar la pérdida de agua y posterior deshidratación.
Los bosques de ribera fluviales aportan importantes beneficios al ser humano, como la mejora de la calidad del agua, la provisión de materiales (como por ejemplo, madera y fibras) o la regulación de la velocidad del agua del río durante las crecidas.
Un trabajo internacional en el que participan el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y el Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR), ambos del CSIC, ha comprobado cómo incrementar el número de especies arbóreas en los bosques mejora tanto su producción como su estabilidad.
La disponibilidad de agua es el principal factor limitante para el desarrollo de los bosques en zonas áridas, pero hasta ahora no se había estudiado el papel que juegan los acuíferos y el clima de épocas pasadas.
Tres estaciones estarán situadas en la Sierra Sur de Jaén y otras tres en la Sierra de Segura. Cada estación estará dotada de sensores para la medición del flujo de gases de efecto invernadero (CO2), radiación solar y variables meteorológicas, así como cámaras fotográficas para el seguimiento del ciclo anual de la vegetación. Dichas estaciones formarán parte del Observatorio de Cambio Global de las Sierras Subbéticas (OCGSS).
Ante la urgente necesidad de limitar el calentamiento global debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera (en particular el dióxido de carbono o CO₂), surgen las voces a favor de potenciar los monocultivos forestales comerciales.
Una nueva encuesta revela que es necesario reforzar la enseñanza forestal para hacer frente a los retos mundiales.