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El estudio, coliderado por la Estación Biológica de Doñana- CSIC, identifica umbrales ecológicos para promover la biodiversidad sin renunciar a la rentabilidad de este cultivo. Los resultados muestran que las aumentan y son más diversas ante niveles más bajos de intensificación agrícola.
Los científicos han secuenciado el genoma de 151 ejemplares de este organismo marino y han analizado 4.000 fotografías. La investigación supone un paso más hacia la comprensión de los procesos evolutivos que suceden en el océano abierto.
Esta hembra de tortuga boba, equipada con un emisor que permite seguir vía satélite sobre los desplazamientos en el Mediterráneo occidental, hizo dos puestas de huevos en el litoral en un intervalo de trece días. La Estación Biológica de Doñana, EBD-CSIC, participa en este proyecto de ciencia ciudadana.
El equipo investigador tomó como modelo de estudio las alas de los murciélagos, los únicos mamíferos capaces de volar por sí mismos gracias a la transformación de las extremidades anteriores. Este hallazgo es completamente novedoso y refleja cómo funciona la evolución.
Un estudio internacional liderado desde la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha concluido que la menor disponibilidad de oxígeno en el agua por el aumento de la temperatura provoca que disminuyan su tamaño y presenten una mayor mortalidad. El declive de estos insectos repercute en la calidad del agua, y servicios clave como la polinización o el equilibrio de nutrientes, y puede alterar los ecosistemas acuáticos.
La combinación de lluvias tardías, el nivel elevado del río y del mar y la influencia del dique de la Montaña del Río han ralentizado el desagüe de la marisma, que presenta aún un alto nivel de inundación, con un 47% de su capacidad. Esto favorecerá la reproducción de aves acuáticas y la regeneración de vegetación, pero también plantea retos como la proliferación de especies invasoras y de cianobacterias.
Advierte del peligro de bañarse en el río Agrio, que ha sufrido una alta mortandad de peces y ha visto cómo sus aguas se han teñido de turquesa por la elevada concentración de metales tóxicos. El trabajo reclama la actuación de las Consejerías de Sostenibilidad y Medio Ambiente, y de Salud y Consumo ante el peligro que suponen las actividades recreativas, como el baño, en zonas contaminadas, por su posible impacto en la salud pública.
La iniciativa, liderada el IAS-CSIC, aportará datos que permitirán actuar antes de que los daños sean irreversibles. Los científicos pondrán en marcha una base de datos abierta con observaciones de campo e imágenes aéreas y de satélite.