Te interesa saber
La conservación del medio natural tiene una relación muy directa y fundamental con la epidemia actual de la COVID19 y con el riesgo de que esta situación sea mucho más frecuente en tiempos venideros.
Es pertinente retomar el concepto de ciudad sana para ponerlo en primera línea. Una ciudad diseñada en términos resilientes es aquella que de forma extremadamente eficiente y empática es capaz de dar cobijo, asistencia y alimento en mitad de una pandemia.
Son nuestros hábitos y comportamientos los que nos ponen en peligro. Porque detrás de esta pandemia está la destrucción de la naturaleza.
La actual epidemia de coronavirus COVID-19, que se inició en Wuhan a finales del año pasado, es un buen ejemplo de la amenaza que representan las enfermedades infecciosas emergentes, tanto para la salud humana y animal, sino también para la estabilidad social y económica mundial.
Los agro-ecosistemas tunecinos se enfrentan a retos considerables en el contexto del cambio global. El proyecto FASTER contribuye mediante la creación de espacios interactivos o FAS labs, donde investigadores, administraciones públicas, instituciones educativas y profesionales pu
Estamos creando las condiciones que favorecen el encuentro entre estos virus, animales domésticos y seres humanos, y esto implica una amenaza a tener muy en cuenta en el futuro. Conclusión publicada en un artículo de la revista Frontiers in Microbiology.
El sistema mundial de alimentos se encuentra en un momento crítico. La agricultura debe hacer frente a los desafíos que plantean el hambre y la malnutrición en un contexto de crecimiento de la población, aumento de la presión sobre los recursos naturales.
Todos nosotros debemos respetar las normas de sanidad vegetal que se han establecido para proteger la agricultura, la silvicultura y el medio ambiente.