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Un estudio de la Estación Biológica de Doñana junto con centros de investigación británicos ha analizado la dieta de peces como la trucha y el salmón y de aves acuáticas, como el mirlo acuático y la lavandera cascadeña. Los resultados demuestran que los invertebrados acuáticos suponen un gran porcentaje de su dieta. La pérdida de estos invertebrados podría ser una de las razones que explican la desaparición de truchas, salmones y aves acuáticas en los ríos.
Un estudio liderado por la Universidad Pablo de Olavide revela que aquellas especies que resultan más atractivas, independientemente de su abundancia, sufren de una mayor presión de captura ilegal. Estos resultados indican un serio problema de conservación, ya que aquellos ejemplares que presenten ciertas características de coloración, tamaño o capacidad de imitar la voz humana están sufriendo una gran presión de captura, a pesar de ser especies poco abundantes, pudiendo verse sus poblaciones seriamente mermadas.
Los datos de este estudio de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) se han obtenido a partir de información generada por los principales programas de marcaje y seguimiento de seis poblaciones de alimoche presentes en España y Francia. El estudio permite avanzar en el conocimiento de la dispersión natal de aves territoriales de larga vida como ésta. La distancia media de dispersión fue de 48 Km, aunque algunas aves se movieron más de 500 kilómetros para asentarse como reproductoras. Además, se detectó que hembras y machos siguieron distintas tácticas de dispersión en función del contexto social.
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana ha desarrollado un modelo de dispersión de semillas basado en el movimiento de gaviotas monitorizadas por GPS que se alimentaban de los arrozales situados en Doñana. El modelo muestra que las gaviotas pueden provocar la expansión de malas hierbas a grandes distancias y entre distintos hábitats, provocando el intercambio de estas plantas entre campos agrícolas y entornos naturales protegidos.
Una actuación sobre los puntos negros identificados en las carreteras insulares contribuiría a su reducción y favorecería una mayor protección de la biodiversidad, según un estudio de la Universidad de Málaga.
Una nueva forma de cultivar se está expandiendo por la vega del Guadalquivir para compatibilizar la alta producción de cítricos con la conservación de la biodiversidad y otros recursos naturales que también son elementos valiosos en muchas fincas agrícolas. El proyecto ZITRUS ha alcanzado ya las 1.232 hectáreas en 15 fincas de Sevilla, Córdoba y Huelva, con el auspicio de WWF (World Wildlife Fund), la cadena de supermercados alemana EDEKA y agricultores andaluces.
Los investigadores Antonio Gallardo, Luis Villagarcía y Manuel Delgado Baquerizo lideran varios proyectos dirigidos a conocer las consecuencias del cambio global en el medio urbano y ruderal.
Un grupo de investigadores, entre los que se encuentran expertos de la Universidad de Cádiz, ha descubierto que la biomasa de animales en el océano profundo es mucho mayor de la que se estimaba hasta ahora y que pueden desempeñar un importante papel en la mitigación de los efectos del cambio climático.