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El catedrático de Genética de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez, propone que los ciclos térmicos del planeta pudieron impulsar la formación de las primeras moléculas vivas. Esta nueva teoría representa un nuevo marco de entendimiento e investigación sobre la transición de un planeta químico a un planeta vivo.
El trabajo, desarrollado por investigadores de las universidades de Granada y Antofagasta, demuestra que las emisiones de las centrales termoeléctricas aceleran el ensuciamiento de los paneles fotovoltaicos
Personal de la Universidad del Málaga y del CSIC han identificado un proceso celular, hasta ahora desconocido, que se basa en el reciclaje de moléculas de señalización para adaptar la fisiología de la planta a las condiciones ambientales, y así sobrevivir. Este descubrimiento plantea nuevos objetivos para mejorar la resistencia de los cultivos a situaciones de estrés.
Investigadoras de la Universidad de Sevilla han co-liderado esta iniciativa donde alumnado del IES Virgen de Valme (Dos Hermanas) y la asociación Enredaos con la Tierra (La Puebla del Río) han desarrollado un método destinado a público no experto para medir la calidad y capacidad de descomposición de dos terrenos diferentes. Esta iniciativa forma parte de la Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía, impulsada por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y coordinada por Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide.
El estudio, que ha identificado 55 especies, ha sido desarrollado por el Instituto Español de Oceanografía, en colaboración con la Universidad de Málaga. Aporta el primer análisis genético de 35 de ellas, mejorando el conocimiento taxonómico y biogeográfico del grupo en la región, así como claves para la conservación de la biodiversidad marina y la detección de especies potencialmente invasoras.
Tres paleontólogos de la Universidad de Málaga participan en esta investigación, en la que se han revisado más de 200 fósiles de elefante. Los primeros representantes del linaje de los mamuts, los correspondientes al género Mammuthus, son de origen africano y llegaron a Eurasia en el Plioceno, hace entre 3,5 y 3,0 millones de años.
Los costes podrían haber alcanzado los000 millones de dólares anuales a lo largo de los últimos 60 años, una cifra comparable al impacto económico global de los fenómenos extremos asociados al cambio climático. El estudio internacional, que combina costes nacionales estimados y datos de distribución mundial de estas especies, ha contado con participación de la Estación Biológica de Doñana – CSIC.
Un equipo de la Universidad de Córdoba desarrolla instrumentos para monitorizar de manera automática el polen y las esporas de hongos en el aire.