Los investigadores de la Universidad de Cádiz Ana Carbonell Baeza y David Jiménez Pavón, pertenecientes al grupo MOVE-IT (eMpOwering health by physical actiVity, Exercise and nutrITion), han participado en el diseño y la elaboración del Plan Andaluz de Prescripción de Ejercicio Físico ‘Andalucía en forma’, una iniciativa que se extenderá durante el período comprendido entre los años 2023 a 2030 y cuya implantación dependerá de las consejerías de Salud y Consumo y de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.
El objetivo de este novedoso documento es fomentar el desarrollo e implementación de un plan que mejore la accesibilidad, interacción y eficacia de los sistemas deportivos y de salud; intensifique la formación dirigida a los profesionales involucrados e identifique un sistema de coordinación y seguimiento que haga fácil la incorporación de la recomendación de actividad física y la prescripción de ejercicio físico entre la población andaluza.
Así, el plan tiene previsto dar respuesta a la evidencia científica de la relación entre actividad física y salud y se llevará a cabo de forma intersectorial coordinada, colaborativa y sistematizada, implicando a las consejerías en materia de sanidad y deporte, a sus entidades instrumentales, a las universidades públicas andaluzas y a las entidades locales.
El documento se articula en torno a cinco ejes o líneas estratégicas, siendo la primera la prescripción, derivación y coordinación; la segunda, el registro, el seguimiento y la evaluación; y la tercera, la investigación, la innovación y la formación. Además, se tratará la difusión y la sensibilización en una cuarta línea y, por último, el Plan de Digitalización en la quinta.
En este punto, es importante resaltar que la profesora Ana Carbonell, perteneciente al área de Educación Física y Deportiva de la UCA, además de participar de forma muy activa en el grupo motor de este Plan, coordinaba el grupo de trabajo que ha dado como resultado la línea 3 del mismo, centrada precisamente en la investigación, la innovación y la formación. Esta parte del Plan cuenta entre sus objetivos con “garantizar la adquisición de las competencias de los profesionales de salud y profesionales educadores físico-deportivos en materia de promoción y recomendación de actividad física y prescripción de ejercicio físico beneficiosos para la salud”, así como con “impulsar la actualización permanente del conocimiento de los profesionales de la salud y los profesionales educadores físico deportivos a través de una formación continua sobre promoción y recomendación de actividad física y prescripción de ejercicio físico para la salud”.
Para ello, el plan contempla acciones como el desarrollo e implementación de un programa de formación específico que habilite a los profesionales de salud y los/las profesionales educadores físico-deportivos que ya se está implementando, participando en esa formación además de los profesores Ana Carbonell y David Jiménez, la profesora Vanesa España Romero.
Esta nueva propuesta de funcionamiento que se introducirá en la Atención Primaria obligará a definir el protocolo y circuito de coordinación entre los centros de salud y las Unidades Activas de Ejercicio Físico-UAEF, para así “facilitar a las personas el acceso a servicios deportivos derivados desde los servicios sanitarios a través de un sistema planificado y articulado integrado por un proceso de trabajo bien delimitado”. Con ello, se pretende lograr una estrategia complementaria entre los ámbitos sanitario y deportivo con actividades que promuevan entornos y políticas que faciliten el acceso a un sistema de prescripción, derivación y seguimiento y, en definitiva, a opciones saludables que sirvan para mejorar el bienestar de las personas. Estas premisas son el objetivo último del plan, que fue presentado el pasado mes de noviembre por la Junta de Andalucía, contribuyendo a que la población andaluza realice actividad física de modo habitual en función de su situación y de sus necesidades.
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El estudio, el más completo realizado hasta el momento, ha revelado la presencia generalizada de fitosanitarios, algunos prohibidos desde el 2009, en ambos Parques Nacionales. Los compuestos detectados conllevan un impacto ambiental y un riesgo para los ecosistemas acuáticos.
