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| 08 Feb 2012

Carmen Quesada: “Cuando se pierde una especie, perdemos muchísimos conocimientos que nos permiten explicar la dinámica del planeta”

En el centro de la capital granadina, en la capilla de una antigua iglesia, se encuentra ubicado el…

extinción , herbario , plantas

Autoría: M. Luz Rodríguez

Carmen Quesada

En el centro de la capital granadina, en la capilla de una antigua iglesia, se encuentra ubicado el Herbario de la Universidad de Granada. Un santuario donde se guardan más de 150.000 muestras de las colecciones procedentes del Departamento de Botánica, de las Facultades de Ciencias y Farmacia de esta universidad. Su origen se remonta a la constitución de la primera Cátedra de Botánica, en 1853. Su completa colección convierte al Herbario granadino en el centro de referencia para el estudio de la flora de Andalucía Oriental. Desde 1995, la botánica Carmen Quesada trabaja como conservadora de este centro de estudios, dedicada a la investigación y conservación del patrimonio histórico-científico y, en definitiva, el patrimonio natural andaluz.

¿Podría explicar qué es un herbario?

Son los lugares que custodian las colecciones de plantas que dan apoyo a las investigaciones botánicas. El origen y la principal acción que tiene que acometer un herbario es garantizar la superveniencia y la durabilidad de las colecciones de plantas indefinidamente.

¿Por qué son tan importantes para la defensa del patrimonio vegetal?

Son tan trascendentales porque recogen la prueba y demuestran la presencia de un organismo vegetal en un territorio. Nos permite, con la suma de toda la información que tenemos, conocer, en el espacio geográfico y en el tiempo, la distribución y comportamiento de las plantas en un territorio determinado.

¿Qué clase de información aportan a los investigadores?

A lo anterior se suma otro gran valor de los herbarios, que es recoger toda la variabilidad de los taxones (familia, especies, etc. ) a lo largo de ese tiempo y ese espacio. En los herbarios se recogen muchísimas muestras de esa misma especie bajo distintas condiciones lo que permite que los taxónomos, que son las personas que estudian la clasificación de las plantas, puedan reconocer exactamente toda la variabilidad que soporta una especie y que da lugar a que conozcamos bien los organismos y podamos estructurarlos en un sistema de clasificación.

¿En qué consiste su labor como conservadora?

Este centro tiene como línea principal de trabajo el servicio de mantener y hacer accesible las colecciones a los investigadores. Como conservadora soy la responsable de tutelar todo ese proceso. Que las muestras estén actualizadas y en perfectas condiciones mediante la aplicación de los tratamientos más adecuados, detectar carencias y organizar campañas para enriquecer y mejorar nuestros fondos y garantizar la accesibilidad a las colecciones, bien in situ, mediante préstamos o permitiendo el acceso a las bases de datos en las que se incluyen todos los datos primarios asociados a los especímenes.

Además de velar por las muestras se dedica también a la investigación ¿Cuál es su campo de estudio?

Existe una segunda línea de trabajo en la que el Herbario es, en sí mismo, grupo de investigación. Nuestra línea se ha ido vinculando mucho con lo que se ha denominado Informática de la biodiversidad, es decir, con la aplicación de las nuevas tecnologías al estudio en este campo. Con esa herramienta trabajamos en la línea de utilizar la información de los herbarios para el estudio de la distribución y el manejo de la biodiversidad vegetal. Esta es mi línea de investigación, en la que he trabajado en estos últimos diez años.

¿Cómo afecta la desaparición de una especie a la biodiversidad?

Cuando se pierde una especie perdemos muchísimos conocimientos que nos expliquen la dinámica del planeta. Esto ya es suficientemente grave para nosotros. Pero, evidentemente, las consecuencias son mayores. Los organismo no viven solos. Viven en conexión con el resto, estableciéndose una serie de relaciones de dependencia y reciprocidad entre todos los organismos que nos permite augurar que la perdida de una especie altera ese equilibrio y puede llegar al deterioro de todo el ecosistema y al conjunto de todos los seres vivos que mantenían una relación de coexistencia y dependencia con la especie perdida.

¿Cuáles son las “joyas” que se pueden encontrar en el Herbario de la Universidad de Granada?

Todas las muestras son valiosas. Cada una es un testimonio único de la presencia de un organismo en un lugar y en un tiempo determinado. Desde el punto de vista de la construcción del conocimiento botánico, posiblemente, las “joyas” sean lo que llamamos los “tipos nomenclaturales”

Qué quiere decir…

El tipo nomenclatural es el pliego, la muestra que designa un autor, como modelo de una especie de nueva incorporación al conocimiento científico. Cuando se describe una especie por primera vez, (que no se descubre) por código botánico hay que dar un nombre científico. Hay que hacer una descripción y se ha de depositar un pliego que va a servir de modelo para la descripción de esa especie. Son como los patrones con los que se va construyendo la clasificación vegetal. A partir de ese momento, todo lo que sea como ese pliego, se llamará de la misma manera y diremos que forma parte de la misma especie. Eso es el tipo nomenclatural.

¿Queda mucho por investigar y descubrir entorno al mundo de las plantas?

Asociado a la relación que mantenemos con las plantas, los campos de investigación son infinitos y los son porque todavía no sabemos la composición química de muchas de ellas. Aún en nuestros días, nos sabemos bien cómo interaccionan y cómo van a reaccionar los ecosistemas frente a los cambios ambientales, porque todavía nos sabemos cómo se establecen las dinámicas en un ecosistema. Por tanto tenemos mucho que aprender para manejar y gestionar el medio en el que vivimos.

Perfil: “Conocer siempre es respetar y estimar”

Carmen Quesada nació en Granada el 22 de noviembre de 1961. Estudió Biológicas, rama de Botánica en la Universidad granadina. Desde entonces ha ido moviéndose por distintos campos del conocimiento botánico. Se doctoró con una tesis sobre Historia de la Botánica e hizo un postdoctorado en EE.UU. en Documentación Científica y Botánica. Se reincorpora a la Universidad de Granada con el fin de reorganizar y establecer nuevos procesos en la gestión de los herbarios. Estudió Botánica por el vínculo tan emocional que tiene con la naturaleza y porque cree firmemente que “conocer siempre es respetar y estimar”. Cuando se le pregunta sobre sus motivaciones a la hora de trabajar, lo tiene claro: “Me gusta lo que hago, dónde lo hago y con quién lo hago”. Le preocupa mucho preservar los herbarios como lugares de conocimiento y que, con la crisis, la consolidación de trayectorias profesionales que aporten su experiencia y sus conocimientos se está viendo amenazada

 

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