cambio climatico
Urge a las autoridades y gobiernos a aplicar medidas decididas para disminuir el impacto de la agricultura, al menos, en estos puntos calientes que albergan una fracción importante de la biodiversidad del planeta y, especialmente, en los situados en las zonas tropicales de Asia y África donde la presión demográfica y la demanda futura de suelo agrícola serán previsiblemente mayores.
El objetivo de este proyecto es promover la producción europea de cultivos ricos en proteínas mediante la mejora genética del haba (Vicia faba L.). Se trata de una importante leguminosa proteica que contribuye al desarrollo de sistemas agrícolas equilibrados y autosuficientes.
Los organismos marinos podrían migrar a mayores profundidades, en busca de ambientes más fríos, así como hacia los polos, en respuesta al cambio climático.
El otoño de 2019 ha sido catalogado, en España, como muy cálido. Todos los otoños de esta década han sido más cálidos de lo normal. En cuanto a las precipitaciones, se ha tratado de un otoño húmedo.
Unos investigadores afirman que la cría selectiva puede ayudar a que las ovejas y las cabras respondan mejor a las diversas condiciones meteorológicas que genera el cambio climático.
La producción de alimentos tiene una huella de carbono que proviene del uso de terreno y de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente. Un 22 % de estos alimentos termina en la basura, y con ellos todos los recursos utilizados en el proceso.
El cambio climático alterará las interacciones entre plantas y organismos del suelo. El informe analiza posibles consecuencias de los cambios en la interacción planta-suelo, y apunta su uso potencial en la mitigación de impactos y en la restauración de ecosistemas degradados.
El instituto Germanwatch ha presentado durante la cumbre del clima de Madrid los resultados del Índice de Riesgo Climático Global 2020. Según este análisis, basado en los impactos de los eventos climáticos extremos y los datos socioeconómicos asociados a ellos, Japón, Filipinas y Alemania fueron los países más afectados en el año 2018.
Las praderas de Islandia y los seres vivos que conviven en ella ayudarán a inferir cómo afectará el cambio climático a los diferentes ecosistemas de la Tierra.
“Entre el cielo y el suelo hay algo…” arrancaba la canción de un conocido grupo pop de los 80. Nos admira el firmamento inalcanzable y, sin embargo, algo tan mundano que lo pisamos a diario, pasa más desapercibido.
Los últimos cinco años, desde 2015 a 2019, van camino de convertirse en el periodo de mayor temperatura media jamás registrada. Así lo denuncia un informe sobre el medio ambiente presentando recientemente por la ONU con motivo de la Cumbre del Clima. El documento, denominado United in Science, subraya la creciente distancia que separa los objetivos marcados para frenar el cambio climático de la realidad de la situación.
Los glaciares se derriten, las playas desaparecen, las precipitaciones son cada vez más intensas, las regiones se desertifican y muchas especies de animales y plantas están al borde del abismo. No, no hablamos de lo que está pasando en algún país lejano. Estos son ya los impactos