cambio climatico
En los últimos años se ha generado un intenso debate sobre la necesidad de cambiar nuestros hábitos alimentarios por diversos motivos, entre los que se encuentra la preservación de los ecosistemas y los equilibrios planetarios.
El ozono es conocido por filtrar la radiación ultravioleta en las capas altas de la atmósfera. Sin embargo, también es un contaminante importante en la troposfera y uno de los gases de efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global.
La lucha contra el cambio climático, el derecho y la soberanía se están viendo afectados por cambios conceptuales de calado. Las razones son diversas y guardan relación con los cambios en nuestras sociedades y en sus ordenamientos jurídicos, cada vez más globalizados.
La UICN presentó recientemento un Estándar Global que proporciona el primer conjunto de criterios de referencia para las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) para hacer frente a los desafíos globales. El nuevo estándar global de la UICN ayudará a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil a garantizar la eficacia de las Soluciones basadas en la Naturaleza y maximizar su potencial para así ayudar a abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros desafíos sociales a escala mundial.
Las personas aprenden sobre el cambio climático a través de la educación formal, pero también observando y experimentando su entorno. Sin embargo, hay una notoria confusión pública sobre el tiempo meteorológico y el cambio climático.
Los proyectos conjuntos tienen por objeto reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), mejorar el uso de la tierra y el agua y dotar a los pequeños agricultores de los medios para que reduzcan las pérdidas de alimentos y hagan frente a los desafíos del cambio climático.
La FAO ya está acreditada ante el Fondo Verde para el Clima (FVC) y se convierte ahora en la 13ª entidad de implementación multilateral que trabaja con el Fondo de Adaptación. Los proyectos reforzarán la resiliencia de las comunidades rurales afectadas por la degradación de los ecosistemas y la creciente escasez de agua.
Restaurar y proteger la naturaleza es una de las mejores estrategias para enfrentar el cambio climático, pero no sólo por su capacidad de absorber carbono de la atmósfera.
Los pastos marinos pueden ser una poderosa solución climática basada en la naturaleza y contribuir al sustento de comunidades afectadas por desafíos como la COVID-19, pero están desapareciendo rápidamente a causa de las actividades humanas.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pretende que se introduzcan cambios en los currículos del sistema educativo formal para reforzar el tratamiento del cambio climático.
La musaraña gris, distribuida por toda la península ibérica, es muy sensible a las variaciones del clima, que le permite regular su metabolismo. A pesar de ello, un estudio muestra que el cambio climático no afecta tanto a sus poblaciones como el tipo de hábitat en el que vive.
El confinamiento que vivimos en muchas regiones del mundo para luchar contra la pandemia de la COVID-19 –uno de los mayores desastres globales desde la II Guerra Mundial– está teniendo algunos efectos sobre el medioambiente que invitan a reflexionar. En la medida de lo posible, podemos extraer algunas lecciones tanto sobre dichos efectos como sobre las acciones a adoptar.