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Las costras biológicas, compuestas por comunidades de organismos que viven en la superficie del suelo, pueden mitigar los efectos inducidos por el aumento de temperatura y la disminución de lluvia sobre la disponibilidad de metales en el suelo. Así lo demuestra un experimento de campo de siete años de duración en el que participa la Universidad de Cádiz junto con investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Alicante (UA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Un estudio de la Universidad de Cádiz ha podido determinar que existe una asociación positiva de la herriza o brezal mediterráneo, es decir, un ecosistema sin árboles, con las poblaciones de corzo andaluz: los cotos con más herriza tienen mejores poblaciones de corzo.
Los resultados de este estudio realizado por el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), ponen en evidencia, por primera vez, la importancia de los patógenos del suelo para la regeneración forestal en bosques invadidos por el agresivo patógeno exótico 'Phytophthora cinnamomi'. El número de patógenos exóticos se ha incrementado exponencialmente en las últimas décadas a nivel mundial, en gran parte debido a su introducción en plantas usadas en repoblaciones forestales.
Este proyecto, conocido como PiMetAn y dirigido por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICMAN-CSIC), pretende analizar desde la producción fitoplanctónica hasta la evolución de las poblaciones de pingüinos, pasando por el estudio del krill, que actúa como eslabón clave en la cadena trófica antártica.
Un equipo del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la localidad gaditana de Puerto Real ha demostrado a través de un experimento que una especie de camarón de agua dulce que habita en los ríos europeos, como es el caso del Guadalete en Cádiz, es capaz de tomar la decisión de moverse a uno u otro tramo del río cuando detecta condiciones no favorables para su supervivencia.
Un grupo de investigadores, entre los que se encuentra el profesor Raúl Ochoa-Hueso, adscrito al Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria (IVAGRO) y perteneciente al departamento de Biología de la Universidad de Cádiz, ha llevado a cabo un estudio donde se constata que una mayor cantidad de CO2 en la atmósfera no implica una mayor captación de carbono por parte de los bosques, especialmente si estos son maduros.
Un proyecto de investigación de la Universidad de Cádiz ha sido uno de los cinco seleccionados de un total de 67 solicitudes presentadas por equipos de Investigación Científica en el área de Ecología y Biología de la Conservación. Contarán con casi 100.000 euros para su estudio en el litoral español.
El recorrido se suma a #Cienciadesdecasa, la campaña iniciada por la Fundación Descubre para ofrecer recursos de divulgación científica online para las familias ante la necesidad de permanecer en casa para tratar de frenar el avance del coronavirus. El visitante podrá acompañar al agua en un viaje que lo llevará desde el mar hasta su cristalización en tierra mientras que descubre las instalaciones salineras en las que la UCA desarrolla proyectos de investigación.