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Urge a las autoridades y gobiernos a aplicar medidas decididas para disminuir el impacto de la agricultura, al menos, en estos puntos calientes que albergan una fracción importante de la biodiversidad del planeta y, especialmente, en los situados en las zonas tropicales de Asia y África donde la presión demográfica y la demanda futura de suelo agrícola serán previsiblemente mayores.
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirma que niveles destacados de yodo pueden alcanzar la estratosfera, la región de la atmósfera que se encuentra entre los 10 y 40 kilómetros de altura, y afectar a la evolución de la capa de ozono.
El objetivo de este proyecto es promover la producción europea de cultivos ricos en proteínas mediante la mejora genética del haba (Vicia faba L.). Se trata de una importante leguminosa proteica que contribuye al desarrollo de sistemas agrícolas equilibrados y autosuficientes.
El efecto de la radiación solar provoca un intercambio de gases de Nitrógeno en el suelo que permite secuestrar gases perjudiciales y transformarlos en nitrato.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, de sus siglas en inglés) ha anunciado que 2020 será el Año Internacional de la Sanidad Vegetal.
Se han plantado más de 32.000 plantas de 61 especies diferentes, se ha diversificado la cubierta vegetal con siembras de semillas e instalado más de 130 cajas nido, 18 posaderos de rapaces, 37 refugios de murciélagos, 95 nidales para insectos y creado 10 charcas y 27 bebederos para fauna en los 20 olivares demostrativos en los que se desarrolla el proyecto. A finales de 2019, ha comenzado a lanzarse la marca con la que se diferenciarán los AOVE producidos en las fincas participantes en el proyecto.
Los organismos marinos podrían migrar a mayores profundidades, en busca de ambientes más fríos, así como hacia los polos, en respuesta al cambio climático.
Esta investigación de la Estación Biológica de Doñana es el resultado de la creación y análisis de una base de datos que registró el movimiento con GPS, entre 2010 y 2017, de 42 individuos de gaviota sombría en Andalucía. La red incluyó 37 localidades conectadas por casi 6000 vuelos de gaviotas, las cuales ingieren grandes cantidades de nutrientes y contaminantes, como metales pesados, en la basura de los vertederos, que al final pueden terminar depositándose en forma de guano y egagrópilas en los cuerpos de agua de Andalucía.