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Expertos de la Universidad de Sevilla han puesto a punto esta técnica con la que han demostrado la utilidad de emplear estaciones centinelas submarinas SBPQ (del inglés Sessile Bioindicators Permanent Quadrats) para la detección de impactos y especies exóticas en áreas marinas protegidas, y para el monitoreo del calentamiento global basado en especies indicadoras.
El proyecto APAN, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en el que participa Fernando Hiraldo de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), evaluará el impacto de los pesticidas en estos espacios protegidos y su repercusión sobre las aves. El objetivo de la iniciativa es determinar hasta qué punto la actividad agrícola es compatible con los Parques Naturales.
La Universidad de Córdoba ha estudiado el mecanismo de transporte de glucosa de las cianobacterias marinas, demostrando que cuando encuentran compuestos de este tipo que son interesantes para su alimentación, como glucosa, aminoácidos o compuestos que contienen hierro, azufre o fósforo, estos organismos los toman y consiguen ser más competitivos.
Investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) y de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ) han estudiado la comunidad microbiana presente en el interior de las raíces y en la rizosfera en diferentes variedades del olivo. Concluyen que los microbiomas asociados a las raíces de una variedad de olivo, Frantoio, son tolerantes al patógeno, mientras que los microbiomas de otra variedad, Picual, son más susceptibles a que el patógeno penetre y altere sus redes de interacción. Hasta ahora, las comunidades bacterianas y fúngicas de las raíces olivo no habían sido estudiadas de forma conjunta.
El proyecto LIFE Agromitiga trata de implantar estrategias que favorezcan la capacidad sumidero de carbono del suelo. Los primeros resultados obtenidos en los ensayos realizados muestran la influencia que ejercen las condiciones climáticas y el manejo del suelo en los stocks de carbono en los suelos agrícolas.
Trabajos recientes muestran los efectos negativos de los microplásticos sobre los organismos ligados a los ríos y humedales que son los responsables de mantener funciones tan importantes como la purificación del agua o el reciclaje de nutrientes.
Vigilantes del Aire aborda desde hoy su segunda fase. El proyecto de ciencia ciudadana al que se sumó Granada el pasado mes de noviembre con el objetivo de medir la calidad del aire a través de plantas de fresas sumó entonces un total de 500 macetas repartidas a la ciudadanía. Los participantes debían cuidar su planta en casa durante este tiempo a fin de que sus hojas acumularan materiales asociados a la contaminación del aire. Desde hoy y hasta el viernes 28 de febrero, las personas participantes en la iniciativa deben enviar una muestra de su planta para el análisis científico del material acumulado, lo que mostrará el nivel de contaminación.
La Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y CETEMAS (Asturias) participan en un equipo internacional de investigación que ha desarrollado la primera revisión global sobre el potencial de la densidad de la madera de los anillos anuales de crecimiento como un valioso registro de los procesos ambientales.