La acuaponía permite a comunidades vulnerables en Colombia alcanzar la soberanía alimentaria
Esta técnica que combina el cultivo de hortalizas con la cría de peces permite a las familias colombianas que participan en el proyecto obtener alimentos para su propio consumo y para hacer pequeñas ventas.
El proyecto AQUACOL, coordinado desde la Universidad de Sevilla, trabaja desde hace casi dos años en el Departamento del Cauca (Colombia) con el objetivo de producir alimentos frescos y saludables para familias vulnerables mediante sistemas acuapónicos. Estos productos tienen como destino tanto el autoconsumo de las familias productoras como el comercio a pequeña escala.
Profesores de la US han visitado este verano las cuatro instalaciones acuapónicas instaladas gracias a AQUACOL. En ellas se han producido hasta el momento más de tres toneladas de hortalizas (lechuga, acelga, espinaca, tomate, pimiento, albahaca, cebolla, perejil, etc.) y más de 300 kg de tilapia y trucha.
Gracias al proyecto AQUACOL, miembros de comunidades desfavorecidas de la región del Cauca (Colombia) han usado sistemas acuapónicos para obtener alimentos frescos y saludables para su autoconsumo y pequeñas ventas. La técnica acuapónica facilita la producción conjunta de plantas (hidroponía) y peces (piscicultura) mediante la recirculación continua del agua, de modo que los desechos liberados por los peces son transformados por bacterias para producir nutrientes que aprovecharán las plantas. En este proceso se consigue un gran ahorro de agua, energía e insumos (fertilizante) y se reduce enormemente el impacto medioambiental de los efluentes.
Esta técnica ha logrado obtener, con unas infraestructuras productivas de unos 1.300 m2, una capacidad productiva anual máxima de más de 5.200 kg de hortalizas y 600 kg de pescado.
La implicación de los beneficiarios tras recibir una formación exhaustiva sobre el manejo, seguimiento y mantenimiento de los sistemas acuapónicos ha sido una de las claves del éxito. Además, los responsables del proyecto destacan la importante participación de las mujeres. De hecho, los resultados obtenidos han permitido constatar un alto grado de empoderamiento femenino, ya que, de las 75 familias beneficiadas, 44 estaban compuestas por madres cabeza de familia.
En total, se ha conseguido el acceso a alimentos frescos para más de 270 personas (entre las que un 26% son menores y un 14% adultos mayores de 60 años). Esto ha impactado enormemente en las dietas de las familias, aumentando el número de comidas que realizan al día e incrementando la frecuencia de consumo de frutas y hortalizas (reduciendo a su vez el de harinas).
La iniciativa se ha hecho realidad gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la colaboración estrecha entre investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la US, técnicos especialistas de la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Sevilla y la Asociación para el Desarrollo de la Acuaponía en Colombia (ADACOL). En el consorcio también han participado la Fundación Ayesa de España y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) de Colombia.
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