Se acaban de cumplir 25 años de la declaración de Sierra Nevada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. En estos años, los esfuerzos por parte de las instituciones se han centrado en la conservación de la diversidad biológica, en el desarrollo sostenible de los recursos de la región en colaboración con la población local y en el apoyo logístico por su integración en una Red Internacional como base para la investigación y la educación. Consciente de la importancia que tiene Sierra Nevada, en materia de biodiversidad, y con el fin de obtener información sobre la repercusión que tienen los cambios ambientales sobre este enclave tan valioso, se creó el Observatorio del Cambio Global en Sierra Nevada. El catedrático de Ecología de la Universidad de Granada, Regino Zamora, es el director científico de esta iniciativa internacional desde su puesta en marcha en 2007.

Pregunta (P): ¿Cuál es el objetivo principal de este Observatorio?

Respuesta (R ): Se trata de recopilar información sobre cómo ha evolucionado el clima, la biodiversidad, los procesos ecológicos y el impacto humano en Sierra Nevada desde tiempos pasados. Uno de nuestros trabajos más importantes es la recopilación exhaustiva de datos climatológicos, con una precisión espacio-temporal muy alta. Ahora mismo podemos ofrecer datos muy concretos sobre una zona o en un período de tiempo determinado.

P: ¿Cuáles son los datos más significativos, relacionados con la influencia del cambio climático, que se obtienen a través de este observatorio?

R: Con los datos que tenemos podemos decir que se observa un incremento muy pausado de las temperaturas en toda Andalucía, acorde con lo que se observa en el resto de España. En Sierra Nevada, las mínimas invernales son las que han subido más, proporcionalmente. Todos los modelos coinciden en que la temperatura va a subir.

P: ¿Y en cuánto a las precipitaciones?

R:Podemos decir que se está produciendo un incremento en la irregularidad de las precipitaciones. En los últimos años está lloviendo más que en años pasados en la zona de Levante, cerca de la costa-. En las próximas décadas, probablemente vamos a tener más agua procedente del Mediterráneo en comparación con lo que se ha sido tradicional, que son los frentes de lluvia procedentes de Cádiz, desde el Atlántico.

P: ¿Cómo afecta estos cambios en la temperatura y en las precipitaciones en un entorno tan rico en biodiversidad como es el de Sierra Nevada?

R: El clima cambia y lo primero que cambia es la respuesta fenológica, es decir, las fechas de floración relacionadas con ese clima. Si en invierno hace calor pues, automáticamente, el árbol brota, ésta es la primera respuesta. La segunda es que las especies pueden emigrar, cambiar de sitio, ascender buscando sitios más fríos. Este desplazamiento es un proceso mucho más lento y necesita más tiempo para mostrarse con claridad. La temperatura influye sobre todo en las plantas y en los organismos ectotermos, es decir, los que dependen de la temperatura del exterior, como los insectos o anfibios.

P: ¿Hay constancia ya de todos estos efectos sobre la biodiversidad de Sierra Nevada?

R: Todos estos cambios se van viendo pero lo importante será cuando marquen tendencia, cuando se conviertan en un patrón que se mantenga a lo largo del tiempo. Ahora estamos en una fase inicial en que se empieza a ver las modificaciones pero las respuestas todavía no han empezado a marcar una tendencia y la respuesta biológica todavía no están tan claras.

P: ¿Por qué es importante estudiar la evolución de este espacio natural?

R: La Sierra ha tenido una manejo humano que hay que conocer y que ha marcado la evolución vegetal de este entorno. Después de nuestra Guerra Civil, hubo una intensa actividad humana, agrícola y ganadera en Sierra Nevada. A partir de los años 50, se produjo un abandono de esta actividad y un despoblamiento de la zona. En los años posteriores, se ha llevado a cabo un trabajo de recuperación vegetal. La gestión que se está haciendo va encaminada a recuperar esa diversidad. Ofrecemos una información para entender lo que está ocurriendo, sabiendo lo que se hacía antes y lo que se está haciendo ahora. En un espacio protegido el interés prioritario es conservar y recuperar funciones ecológicas de la forma más rápida y menos costosas.

P: ¿A quién va destinada toda esta información recopilada en el Observatorio?

R: Por un lado, como usuarios finales, están los gestores medioambientales; por otro, la comunidad de investigadores a la que le puede interesar estos datos que se están recogiendo en Sierra Nevada para sus trabajos y por último, a la sociedad en general. Intentamos manifestar el valor que tiene este entorno, no sólo para la gente de aquí, sino para todo el mundo. Que se conozca bien y ver de qué manera toda esta información puede ayudar a mejorar la gestión y conservación de este patrimonio natural.

PERFIL: “Creo en la capacidad de recuperación de la naturaleza”

Regino Zamora nació en Lorca (Murcia) en 1958. Es un apasionado de la naturaleza de ahí que su pasión se haya convertido en su trabajo. Vino Granada a estudiar, donde vive desde entonces. Es Catedrático de Ecología de la Universidad granadina y Director del Grupo de Investigación Ecología Terrestre de la Facultad de Ciencias donde dirige diversos proyectos de investigación. Lo que más le gusta de su trabajo es salir al campo y pensar. Los fines de semana aprovecha su paseo por la Sierra para realizar sus investigaciones, buscando la riqueza que se esconde en cada rincón de este entorno privilegiado. “Hay que mirar a la roca, a lo que crece en las grietas, a los detalles más que a los grandes paisajes”. Como experto en la evolución de los ecosistemas confía plenamente en la naturaleza: “creo más en la capacidad de los sistemas naturales de recuperarse a los impactos que lo que nosotros podamos hacer”.