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Los ecosistemas acuáticos continentales (ríos, lagos, humedales) se encuentran en alarmante retroceso como consecuencia de la acción perturbadora de las actividades humanas.
Proyecto PINGUCLIM, cuyo objetivo general es comprender los procesos y mecanismos que explican cómo los cambios ambientales conectados con el cambio global están afectando a estas aves acuáticas en la península Antártica.
A pesar de lo que digan los libros de texto, no hay consenso científico a la hora de incluirlos en el árbol de la vida. Una publicación reciente de los investigadores Hugh Harris y Colin Hillen en Frontiers in Microbiology lo hace patente.
Compramos un 60 % más de ropa que hace una década, aunque, paradójicamente, la llevamos puesta menos que nunca, ya que la tiramos cuando la hemos usado menos de 10 veces. Solo el 1 % se recicla y el resto se convierte en residuos contaminantes como los microplásticos.
Las babosas y los caracoles son moluscos gasterópodos terrestres ampliamente distribuidos por el planeta. Con un elevado número de especies (más de 35 000), representan uno de los grupos de mayor éxito y diversidad en los ecosistemas terrestres.
El espacio exterior de las escuelas, el patio, no es solamente un lugar de juego o descanso. En ocasiones se crea una falsa dicotomía del espacio de la clase como lugar para aprender y enseñar y los espacios exteriores como lugares meramente de juego y disfrute.
El mundo urbano actual constituye el núcleo dinamizador de nuestra sociedad. Genera el 80 % del PIB y alberga a la mitad de la población. Se estima que de aquí a 2030 esta se incrementará semanalmente en 1,5 millones de personas.
La naturaleza hace millones de años que se las apaña con unos pocos elementos de la tabla periódica. Carbono, calcio, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, fósforo, silicio, azufre, magnesio y potasio construyen casi toda la vida del planeta (troncos, hojas, pelos, dientes, etc).