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Para no desestabilizarse, la sociedad y la economía necesitan crecer, acelerarse. Están condenadas a una incesante innovación. La desaceleración que estamos viviendo desestabiliza ese statu quo, pero ¿en qué sociedad queremos vivir?
Los desafíos de sostenibilidad a los que nos enfrentamos actualmente comparten con la COVID-19 características clave. Son crisis globales, que no respetan fronteras y que requieren de la acción conjunta de países e individuos para hacerles frente con éxito.
El rediseño del currículo y de su enfoque por competencias, entendiendo por tales los conocimientos, las habilidades y las actitudes y valores es fruto, de la revolución digital y de la conjugación de tales requerimientos digitales con los de índole personal, cívica y social.
El fitoplancton, constituido por un amplio grupo de microorganismos unicelulares que habitan los sistemas acuáticos, es un elemento clave en el funcionamiento del planeta.
Proteger la diversidad de especies es vital para la salud y el bienestar de los humanos. Debido a su importancia, la biodiversidad fue este año el tema del Día Mundial del Medio Ambiente 2020, que fue organizado por Colombia -uno de los países "megadiversos" del mundo.
De todos los problemas expuestos por la pandemia de COVID-19, quizás uno de los más lamentables es que, al haber descuidado la naturaleza que nos rodea, sin querer hemos hecho de nuestro mundo un lugar menos saludable para vivir.
Restaurar y proteger la naturaleza es una de las mejores estrategias para enfrentar el cambio climático, pero no sólo por su capacidad de absorber carbono de la atmósfera.
¿Plástico o vidrio? Si queremos hacer un análisis más profundo, debemos entender bien dos conceptos: el análisis de ciclo de vida y la unidad funcional.