El uso ilegal de plaguicidas es un grave riesgo para la salud pública
El 7 de abril se ha celebrado el Día Mundial de la Salud y SEO/BirdLife, a través del Life+VENENO, alerta del impacto para la salud derivado de la utilización de productos fitosanitarios con los que se elaboran cebos envenenados.
Fuente: SEO/BirdLife
A pesar de ser ilegal y no efectivo, los cebos envenenados siguen utilizándose para eliminar depredadores, así como para el control de plagas agrícolas. La colocación de cebos envenenados es una práctica arraigada en algunos cotos de caza y en ciertos sectores ganaderos, completamente ineficaz para los objetivos que persigue, además de ser un método masivo, no selectivo y cruento para la fauna y suponer un grave riesgo para la salud pública. Está prohibido por la legislación nacional y autonómica y aparece tipificado como delito en el Código Penal.
Los cebos envenenados afectan también a especies de caza que son consumidas habitualmente por el ser humano, como las liebres, perdices, tórtolas, e incluso conejos o jabalís. Si estas piezas llegaran a la cadena trófica humana, podrían causar graves problemas de salud para quien las consuma, puesto que las sustancias que aparecen en los cebos son generalmente de una elevada toxicidad. Este es el caso del aldicarb, un plaguicida retirado del mercado desde 2007, que se utiliza en el 50% de los envenenamientos de fauna silvestre. Según el “Estudio sobre las sustancias que provocan el envenenamiento dela fauna Silvestre” , elaborado por SEO/BirdLife en el marco del Life+ VENENO, tan sólo5 gramos de esta sustancia pueden matar a 154 personas o 50.000 cernícalos. Otra sustancia que se utiliza en el 22% de los episodios de envenenamiento es el carbofurano, que con esa misma cantidad podría servir para acabar con 139 zorros o 926 milanos reales.
Ingestión de cebos envenenados
También, los cebos envenenados colocados en el campo representan un grave riesgo para la salud, puesto que son susceptibles de ser ingeridos por los seres humanos, especialmente por niños, ya que se han encontrado cebos preparados con alimentos como tortillas o magdalenas. La propia manipulación de las sustancias que se utilizan para prepararlos es muy arriesgada también para las personas que los colocan.
El proyecto Life+ VENENO tiene como objetivo lograr una disminución significativa del uso de veneno en España. El proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de euros, de los cualesla Comisión Europea cofinancia el 40% yla Fundación Biodiversidad el 26%, se desarrolla entre 2010 y 2014.
SEO/BirdLife, el Fondo parala Conservacióndel Buitre Negro y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha son los beneficiarios del proyecto. Los cofinanciadores son el Cabildo de Fuerteventura,la Junta de Andalucía y el Gobierno de Cantabria.La Editorial América Ibérica colabora con el proyecto y otras doce comunidades autónomas y un cabildo participan en diferentes acciones.
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