comunicación
Por primera vez, un estudio aporta evidencias de que, además de la comunicación mediante señales químicas, los osos pardos, Ursus arctos, realizan señales visuales arrancando la corteza de ciertos árboles para comunicarse.
Por primera vez, un estudio en la que participa la Estación Biológica de Doñana (EBD) aporta evidencias de que, además de la comunicación mediante señales químicas, los osos pardos, Ursus arctos, realizan señales visuales arrancando y mordiendo la corteza de ciertos árboles para comunicarse durante la época de reproducción. De esta forma, las marcas ayudan a localizar las áreas reproductivas de la especie, un dato crucial para el éxito de los planes de conservación.
Un equipo internacional de investigadores ha publicado en la revista Methods in Ecology and Evolution, un trabajo en el que demuestran cómo estos sonidos ayudan a entender los efectos del cambio climático en el comportamiento de las especies animales
Aunque a los humanos nos llame más la atención todo lo audiovisual, la mayor parte de la comunicación que se da en los seres vivos se realiza mediante señales químicas. La vida es química, más que cualquier otra cosa.
Aunque el cambio climático es más que una realidad, parece que la pandemia ha desplazado este tema a un segundo o tercer plano. A eso le añadimos que en países como EE UU la preocupación por el asunto es relativamente baja en comparación con el resto del mundo.