cambio climatico
La vida sobre el planeta Tierra, tal y como la conocemos hoy en día, es posible gracias a las múltiples y esenciales funciones que los microorganismos desempeñan en los ecosistemas, como por ejemplo el reciclaje de nutrientes.
El Sr. Lal sentó las bases de la agricultura de conservación, un enfoque que puede ayudar a restaurar los suelos del mundo, capturar carbono y combatir la inseguridad alimentaria.
Más que nunca, es imprescindible que entendamos que nuestra salud depende, en gran medida, de la salud de los ecosistemas.
El cambio climático es un fenómeno que afectará a la gran mayoría de los aspectos de nuestra vida, incluido el transporte.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), trabaja en la recuperación de diversos tipos de uva que, al estar adaptadas a cada zona climática, puedan ser más resistentes a determinadas enfermedades fúngicas como, por ejemplo, el mildiu; y a los efectos del cambio climático, como la sequía.
La subida de las temperaturas conlleva importantes riesgos para sectores clave de nuestra economía que dependen estrechamente del clima, pero también para otros muchos campos esenciales para nuestro bienestar como la salud humana, la biodiversidad o la vivienda.
Un estudio que ha contado con la participación de Maurizio Mencuccini, profesor de investigación ICREA en el CREAF, concluye que los árboles más pequeños de la selva del Amazonas podrían convertirse en la base de un nuevo bosque más resistente a la sequía.
Décadas de investigación sobre cómo responden las especies a la pérdida, fragmentación y degradación de sus hábitats naturales nos han permitido entender sus requisitos ecológicos. Basándonos en este conocimiento podemos identificar las medidas de conservación más urgentes y eficientes.
Una de las fórmulas más contundente de mitigación de la crisis climática a nivel global consiste en la creación de anillos, cinturones y murallas verdes. Ya se están desarrollando a gran escala en los distintos continentes.
El cambio climático nos desafía como sociedad, como modelo económico, como civilización y necesita una respuesta urgente, cuyo principal objetivo es frenar el calentamiento global, pero al tiempo exige respuestas ante los impactos, ya evidentes, de un clima más cálido, extremo e incierto.
Investigadores del CRAG publican una reseña en Science sobre las estrategias biotecnológicas en curso para hacer frente a la sequía, la mayor amenaza para la agricultura.
Las toneladas de suelo que se pierden en los bosques puede aumentar un 150% los años que coincidan grandes incendios y lluvias torrenciales. El equipo de investigadores del CTFC y del CREAF proponen actuar rápido después de los incendios, antes de que lleguen las lluvias, y hacer una gestión post-incendio adecuada.