bioindicadores
Este trabajo surge ante la necesidad de dar respuesta a dos de los retos a los que se enfrenta actualmente la humanidad: la escasez de alimentos a nivel mundial y la contaminación atmosférica de las ciudades (la OMS estima que el 99 % de la población está expuesta a niveles de contaminación superiores a los recomendables).
Un equipo de la estación experimental del Zaidín-CSIC han estudiado la evolución de las comunidades microbianas existentes en bosques mediterráneos afectados por incendios.
El Observatorio metropolitano de mariposas mBMS publica su cuarto informe de resultados y anuncia el hallazgo de siete especies propias de ambientes naturales y maduros en medio de los parques metropolitanos, algunas en regresión en Cataluña.
Las babosas y los caracoles son moluscos gasterópodos terrestres ampliamente distribuidos por el planeta. Con un elevado número de especies (más de 35 000), representan uno de los grupos de mayor éxito y diversidad en los ecosistemas terrestres.
Los líquenes tienen una contribución muy diversa al funcionamiento de los ecosistemas y nos demuestran cómo pequeños cambios locales pueden tener efectos a escala global.
Evaluar la calidad ambiental es una tarea compleja y difícil. Las técnicas de análisis químico precisan una idea previa sobre los contaminantes implicados. Su efectividad es limitada, ya que permiten analizar unos contaminantes, pero no otros.