
La polémica del glifosato
El glifosato es un principio activo usado como herbicida que descubrió en 1969 la multinacional estadounidense Monsanto y cuya patente se liberó en 2000. Desde entonces lo comercializan muchas empresas agroquímicas. La lucha contra su empleo se ha convertido en una bandera de los ecologistas en su lucha contra los pesticidas.

Un agricultor emplea glifosato.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), parte de la Organización Mundial de la Salud, dictaminó en 2015 que el glifosato es “posiblemente cancerígeno para las personas”. Pero a finales de ese mismo año, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que asesora en ciencia a las instituciones comunitarias, concluyó que “es improbable que provoque cáncer en los humanos”. La lucha estaba servida entre la industria, los activistas y los científicos de un bando y de otro para demostrar su inocuidad o sus efectos dañinos.
La Comisión Europea (CE) adoptó la renovación del glifosato por cinco años, hasta finales de 2022, aunque dejó la responsabilidad de su autorización final en los países, que decidirán libremente.
De momento, el gobierno de Alemania ha indicado que el 31 de diciembre de 2023 es la fecha a partir de la cual el glifosato estará prohibido, dentro de una campaña del Ministerio de Medio Ambiente de lucha contra la extinción de los insectos. Ayuntamientos como el de Sevilla probaron sistemas sustitutivos del glifosato.
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Advierte del peligro de bañarse en el río Agrio, que ha sufrido una alta mortandad de peces y ha visto cómo sus aguas se han teñido de turquesa por la elevada concentración de metales tóxicos. El trabajo reclama la actuación de las Consejerías de Sostenibilidad y Medio Ambiente, y de Salud y Consumo ante el peligro que suponen las actividades recreativas, como el baño, en zonas contaminadas, por su posible impacto en la salud pública.
La iniciativa, liderada el IAS-CSIC, aportará datos que permitirán actuar antes de que los daños sean irreversibles. Los científicos pondrán en marcha una base de datos abierta con observaciones de campo e imágenes aéreas y de satélite.