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‘Tesoros’ a pie de playa que podemos encontrar paseando por la orilla del mar

Una de las actividades preferidas por todas aquellas personas que durante los días de verano se acercan a la playa es pasear por la orilla disfrutando de sol y de la arena mojada bajo los pies. Pero además, podemos encontrar auténticos ‘tesoros’ que asoman en las orillas, arrastrados por las olas, y que si estamos bien atentos nos pueden incluso aportar información sobre el estado del mar donde nos bañamos.

  1. Plantas endémicas
  2. Algas
  3. Erizos de mar
  4. Pepinos de mar
  5. Bellotas de mar
  6. Huevos de raya

Plantas endémicas

Comencemos hablando de la Posidonia oceanica. Una planta acuática endémica del mar Mediterráneo, caracterizada por la formación de praderas submarinas y que proporciona importantes servicios ecosistémicos como:  sumideros de carbono, estabilizan el sedimento, evitan la erosión costera, e incrementan la biodiversidad y recursos vivos. Su presencia nos informa por tanto, de la buena salud del ecosistema marino donde se desarrollan.
¿De qué manera podemos observarlas en la orilla? Principalmente podemos ver los restos de sus hojas con aspecto de cintas y llama especialmente la atención las acumulaciones más o menos esféricas de las fibras de la parte basal de la planta. Son muy típicas por ejemplo por las playas almerienses.

Fotografía de una bola de Posidonia en la playa.

Algas

En este caso un alga bastante común por el litoral andaluz es el Codium tomentosum. De color verde oscuro, tacto esponjoso y división dicotómica. Las especies del género Codium contienen vitamina A y se han utilizado como antihelmíntico. Algunas especies se consumen actualmente.

Erizos de mar

Un clásico de los paseos por la playa son los erizos de mar, sobre todo en zonas rocosas. Una especie muy común es Paracentrotus lividus. Presenta colores que van desde verdes a pardos o violetas y cuando están desprovisto de sus puas se aprecia su aspecto globoso. Como curiosidad su boca se situa en la parte inferior contando con un aparato masticador llamado ‘linterna de Aristóteles’, con 5 dientes.

Fotografía de erizos de mar

Pepinos de mar

¿Quién no se ha encontrado alguna vez con un pepino de mar? Alargado y con una piel gruesa, puede alcanzar los 60 centímetros de tamaño en los ejemplares más grandes. Tienen un papel esencial en los ecosistemas marinos ya que actúan como limpiadores del fondo, liberando nutrientes a partir de los restos orgánicos que capturan. No debemos cogerlos o molestarlos ya que su respuesta automática será expulsar trozos de su intestino por el ano para alimentar a su ‘depredador’.

Fotografía de un pepino de mar

Bellotas de mar

Muy típico de playas con rocas y en las partes más expuestas al batir de las olas y las mareas son las bellotas de mar. Un tipo de crustáceos que se caracterizan por presentar un caparazón duro de forma cónica formado por placas y con una apertura que se puede cerrar herméticamente gracias a placas móviles, protegiendo al animal de la desecación. Se fijan a la roca por la base.

Desde siempre han supuesto un grave problema para la navegación, pues los cascos de los buques es una zona ideal para su asentamiento y desarrollo, afectando (por el tamaño de las colonias formadas) a la navegabilidad y estructura. También son frecuentes sobre ballenas y tortugas marinas, pudiendo causar problemas de salud a estos animales si llegan a ser excesivamente abundantes sobre un mismo individuo.

Fotografía en primer plano de una tortuga marina

Huevos de raya

Inconfundibles cuando lo que nos encontramos son unos saquitos rectangulares brillantes de color oscuro y con prolongaciones en los vértices o ‘cuernos’. Se trata del envoltorio o cápsula de una de sus puestas al tratarse de animales ovíparos.

Estos son algunos ejemplos de seres vivos que pueden ilustrar nuestros paseos veraniegos y nos ayudará a conocer mejor nuestro litoral, respetando siempre su hábitat y sin sacar del agua a aquellas especies que permanecen vivas.

Para saber más: