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Economía circular y consumo responsable: seis hábitos sostenibles para las fechas navideñas

Cualquier ser vivo necesita de los recursos que le ofrece la naturaleza para poder subsistir y completar su ciclo de vida. En el caso de la especie humana no es diferente. Necesitamos los servicios ecosistémicos de la naturaleza para poder sostener una sociedad que demanda un mayor crecimiento económico, aunque cada vez más concienciada en la conservación de nuestro planeta.

Envases de plástico y cartón de usar y tirar.

Envases de plástico y cartón de usar y tirar. Foto: Adobe Stock

Teniendo en cuenta que dichos recursos son limitados, es prioritario implementar modelos innovadores donde se mantengan en circulación lo máximo posible, obteniendo el máximo valor mientras estén en uso. Este modelo se conoce como economía circular y promueve un flujo cíclico basado en la extracción, transformación, distribución, uso y recuperación de los materiales y la energía de productos y servicios disponibles en el mercado.

Un ejemplo puede ser el proyecto desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Jaén y del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (CSIC y Universidad de Sevilla). Consiste en la elaboración de una espuma rígida con polvo procedente de la industria del aluminio y cenizas de cáscara de arroz. Este material puede emplearse en una amplia variedad de sectores como la construcción, la aeronáutica y el diseño de interiores. De esta manera se vuelven a incorporar al mercado residuos o subproductos industriales minimizándose en definitiva las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Atendiendo a esta nueva perspectiva económica ya se han tomado diferentes decisiones a nivel político con repercusión europea:

En Andalucía contamos con diferentes iniciativas donde investigación y economía se dan la mano dando respuesta a las necesidades planteadas a nivel europeo. Algunos ejemplos son:

Diseño y aplicación de tecnosuelos en espacios mineros. Los tecnosuelos elaborados han demostrado su eficacia a escala de laboratorio como técnica de recuperación natural asistida de suelos mineros severamente contaminados por arsénico y metales pesados.

«Im-Pack». Basado en el desarrollo, a través de técnicas supercríticas, de nuevos envases activos biodegradables para la comercialización de productos frescos mediterráneos.

– Sistema de microalgas para el tratamiento de aguas y producción simultánea de ingredientes para la elaboración de piensos destinados a la acuicultura.

Pero también se hace necesario que revisemos no sólo el modelo de producción sino también el de consumo. El consumo responsable concibe la acción de consumir como una oportunidad para defender una serie de valores ecológicos, sociales y humanos. Supone tomar conciencia de que cuando consumimos un producto estamos dando implícitamente nuestro apoyo a las prácticas de producción utilizadas para ponerlo en el mercado.

Así los criterios y principios en los que se basa el consumo responsable son:

  • Consumir menos
  • Consumir de forma crítica y razonada
  • Consumir de forma solidaria
  • Consumir de forma respetuosa con el medio ambiente

El objetivo último persigue transformar el consumo en un acto de ciudadanía. Se prioriza así un modelo de producción y distribución que coloca una serie de principios éticos por encima de la obtención de un mayor beneficio económico.

En estas fechas navideñas contamos con un escenario apropiado para poner en marcha nuevos hábitos de consumo que sean más respetuosa con nuestro entorno. A continuación, ofrecemos algunas pautas que podemos tener en cuenta a la hora de realizar nuestras compras en navidades:

  • Huya del consumir por consumir y de la cultura del usar y tirar.
  • Compre alimentos locales y de temporada.
  • Elija productos frescos en lugar de procesados.
  • Evite los productos con un embalaje excesivo.
  • Seleccione los productos con certificación de calidad o con la «A» de consumo energético eficiente.
  • Escoja productos biodegradables o con el distintivo de respetuoso con el medio ambiente.

Una última cuestión de especial relevancia a tener en cuenta en las fechas navideñas es el desperdicio de alimentos. Desperdiciamos más de un tercio de los alimentos que se producen en todo el planeta. Según datos del Ministerio de Pesca y Alimentación, España se posiciona en el séptimo lugar de Europa en cuanto a volumen de desperdicio de alimentos con 7,7 millones de toneladas/año. En 2021, los hogares españoles tiraron a la basura más de 1 200 millones de kilos de alimentos sin consumir, 28 kg/l per cápita.
España cuenta ya con un proyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros: Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, la primera regulación sobre esta materia que se promulga en España, con el objetivo de reducir el desecho a la basura de alimentos sin consumir y favorecer un mejor aprovechamiento de éstos.  

    Para saber más:

    Economía circular: Relación con la evolución del concepto de sostenibilidad y estrategias para su implementación

    Consumo Responsable

    Economía Circular

    Decálogo para una Navidad responsable