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Fotografía ilustrativa del artículo

¿Qué es la conectividad ecológica?

En anteriores entradas hemos resuelto preguntas como qué es la biodiversidad y cuáles son sus ventajas. Una variable que afecta directamente a la biodiversidad de un hábitat es la conectividad ecológica, capaz de describir como la ordenación espacial y la calidad de los elementos en el paisaje afectan al movimiento de los organismos entre ecosistemas, dentro de los ecosistemas y entre parches de hábitats. De esta forma ha sido definida como el grado en el que el paisaje impide o facilita el movimiento entre parches de hábitats donde se encuentran los recursos (Bennet, 1999).

Existen ejemplos de conectores o enlaces que unen hábitats que han quedado separados. Así, podemos hablar de corredores que favorecen el flujo de los diferentes organismos permitiendo el encuentro entre poblaciones y evitando así el aislamiento genético, favoreciendo la explotación de recursos. En Andalucía tenemos dos corredores ecológicos emblemáticos que, además de facilitar el flujo genético entre poblaciones, desempeñan una importante función socio-económica, ya que discurren por zonas con valores naturales, culturales e históricos: son el Corredor Verde Dos Bahías y el Corredor Verde del Guadiamar. Ambos además permiten el desarrollo de actividades como senderismo, paseos a caballo o en bicicleta, lo que contribuye a la economía de los municipios que recorren.

Sin embargo, hay muchos ejemplos en los que la conectividad ecológica es nula o mínima. Sólo tenemos que pensar en cualquiera de los ríos o arroyos que atraviesan los campos de cultivo donde la cosecha llega hasta el mismo borde del cauce, dejando tan solo una línea de arboleda en ambas márgenes (en el mejor de los casos). Otros ejemplo de elementos que fragmentan los hábitats es el desarrollo de las infraestructuras de transporte, como las autovías o carreteras, o la expansión de las áreas urbanas. En estos casos, el desplazamiento de los organismos en el territorio es muy limitado, y con ello, su capacidad de búsqueda de recursos y sus posibilidades de supervivencia con el tiempo.

En definitiva, la fragmentación de los ecosistemas o de los hábitats, y por tanto, la eliminación de la conectividad ecológica, es uno de los procesos más graves de pérdida de diversidad biológica para 2030.

¿Quieres saber más?

Enlazando el paisaje (Andrew F. Bennet. Programa de conservación de bosques UICN).
Conectividad, fragmentación de hábitats y restauración (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).
Grandes corredores ecológicos de Andalucía.

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