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| 20 Oct 2020

Un uso más eficiente del agua permite a una planta invasora desplazar a una autóctona en las dunas atlánticas

Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha comprobado que una especie foránea, llegada  en los años 50 desde el Golfo de México, ha conseguido imponerse a las nativas por una utilización más rentable de los recursos hídricos, de la luz y de los nutrientes. El vegetal domina hasta tal punto el ecosistema que cambia la forma de las zonas arenosas en las que se asienta.

Un equipo del grupo de Ecología Funcional de Ecosistemas Terrestres y Acuáticos de la Universidad de Sevilla, con la colaboración de investigadores del Instituto de Ecología (INECOL) de México y de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha comprobado que una planta invasora procedente del Golfo de México ha ganado terreno a otra especie autóctona en la costa andaluza, hasta tal punto que modifica la disposición y forma de las dunas. Los expertos han comprobado que la exótica utiliza la luz, el agua y los nutrientes de forma más eficiente que la especie nativa, además sufre menos estrés hídrico si la disponibilidad de agua es reducida y los niveles de radiación solar son altos.

Muestreo de control de la especie ‘Oenothera’.

Esta ventaja competitiva conlleva otro factor para el éxito: la alta tasa de fotosíntesis de la especie aumenta su obtención de alimento incluso cuando se halla por debajo de sus niveles normales en centro América. “Al poder mantener los poros por donde la planta capta y libera gases –los estomas- abiertos durante más tiempo, proporciona la necesaria entrada de CO2 que se convertirá en materia orgánica”, indica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Sevilla Juan Bautista Gallego, co-autor del estudio ‘Field comparison of ecophysiological traits between an invader and a native species in a Mediterranean coastal dune’, publicado en la revista Plant Physiology and Biochemistry.

El estudio abunda en uno de los fenómenos más recurrentes a escala global, el de la expansión de especies, analizando una concreta, la denominada Oenothera drummondii –conocida como onagra costera o hierba del asno-, a través de la comparación con la especie nativa Achillea marítima –perlina algodonosa-. En concreto, la foránea aprovecha mejor el agua en la zona invadida a pesar de disponer de menores precipitaciones que en su lugar de origen.

Los científicos han constatado que la planta invasora modifica la forma de las dunas costeras en las que crece. Con la autóctona, forman cordones (barras arenosas elevadas) paralelos a la playa. Sin embargo, la invasora causa dunas tipo montículos de pequeña altura. “Como además retiene las arenas y estabiliza los promontorios que forma, reduce un tipo de hábitat exclusivo para especies nativas muy abundantes y con un papel muy relevante en la dinámica sedimentaria”, indica Gallego.

Especies vegetales ‘Oenothera’ y ‘Achilea’

Los científicos acometieron el estudio comparando las dos especies durante un año con mediciones en las cuatro estaciones. En una parcela de 50×50 metros en dunas interiores, seleccionaron pares de especies (nativa-invasora) cercanos. Testaron la eficiencia fotoquímica, el intercambio de gases, el potencial hídrico de las hojas y, en laboratorio, el contenido de pigmentos de las hojas. De esta forma, comprobaron las diferencias entre ambas plantas.

 Conejos y liebres

La planta llegó a Rota (Cádiz) durante el periodo de construcción de la base militar hispano norteamericana, encontrando en esta costa incluso algunas ventajas, en concreto a la hora de esparcir sus semillas. “Aunque su ecosistema original es tropical y de más elevadas lluvias, frente al verano de sequía andaluz, allí las semillas eran auto dispersivas, mientras que en la Costa de la Luz han encontrado la colaboración de conejos y liebres”, informa el investigador.

La especie está asentada en zonas dunares de Huelva y Cádiz donde, por su fructificación en verano, permite a esos herbívoros un alimento extra muy apreciado.

El objetivo último del equipo investigador es tener suficiente conocimiento científico para elaborar planes de manejo de la especie, que en España está naturalizada en Zarautz (País Vasco) y resulta invasora en el Golfo de Cádiz.

Un trabajo previo de este equipo analizó cómo afecta la especie invasora a la diversidad de la comunidad. Los expertos verificaron que las comunidades invadidas tienen menos número de especies nativas y la invasora ocupa la mayor parte del espacio de la zona de la duna con cubierta vegetal.

Duna no invadida.

Para el siguiente paso el equipo investigador quiere comprobar si la raíz principal de la planta estudiada llega a la capa de aguas subterráneas, lo cual supondría una ventaja respecto a las autóctonas.

La financiación del estudio la ha asumido el Plan Nacional I+D, del Ministerio de Ciencia e Innovación.

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