Un estudio científico cuestiona la política de la Unión Europea en la prevención de daños causados por grandes carnívoros
Cada año los países europeos gastan casi 30 millones de euros en compensaciones por los daños causados por grandes carnívoros, como los lobos que matan ovejas o los osos que atacan colmenas. La mayoría de los estados compensan los daños, pero sólo la mitad de ellos subvencionan regularmente medidas preventivas.
Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana, instituto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pone de manifiesto que cada año los países europeos gastan casi 30 millones de euros en compensaciones por los daños causados por grandes carnívoros, como los lobos que matan ovejas o los osos que atacan colmenas. La mayoría de los casos se deben a la depredación de ganado criado sin protección y sin vigilancia, representando el 68 por ciento de los costes totales. Los países más ricos pagan la mayor parte de las compensaciones. Noruega es el país que más paga, con más de 12 millones de euros al año para compensar los ataques contra renos y ovejas criados sin vigilancia.
Este estudio, publicado en Biological Conservation, muestra que los costes de las indemnizaciones por los daños causados por los grandes carnívoros difieren considerablemente entre los países europeos. Por ejemplo, Noruega tiene casi 50 osos y paga anualmente 45.000 euros en concepto de indemnización por daños, mientras que Croacia, con 1.000 osos, paga 9.000 euros. En otras palabras, el coste por oso es 1.000 veces mayor en Noruega que en Croacia. ¿Por qué esa diferencia? La respuesta es la prevención. En Noruega, poco más de dos millones de ovejas pastan en verano prácticamente desatendidas. Como resultado, unas doce mil ovejas son compensadas a los granjeros cada año. Por el contrario, en Croacia la gente (principalmente los agricultores) está involucrada en el manejo de su ganado, protegiéndolo para evitar daños.
La mayoría de los países compensan los daños, pero sólo la mitad de ellos subvencionan regularmente medidas preventivas. La mayor parte del dinero gastado en la prevención de daños en Europa es pagada por los países en los que las poblaciones de depredadores reintroducidas y en recuperación viven en áreas con ganado en libertad, como ocurre con la población de osos de los Pirineos franceses, afirma el estudio de investigación.
«Durante siglos, los agricultores persiguieron a los grandes carnívoros, llevándolos a la extinción en la mayor parte de su área de distribución», afirma Carlos Bautista, investigador del Instituto de Conservación de la Naturaleza en Polonia, autor principal del estudio. Ahora estas especies están protegidas legalmente y están regresando a áreas donde ya no existe una prevención adecuada. «Un buen ejemplo es Francia, donde se reintroducen osos y linces y los lobos han recolonizado los Alpes», añade, a la vez que enfatiza que las autoridades deben hacer un gran esfuerzo para readaptar las prácticas de cría a la presencia de grandes carnívoros y eso cuesta dinero. Los costes de prevención pueden alcanzar los 10 millones de euros al año en Francia, e incluyen el pago de los salarios de los pastores y el suministro de perros guardianes de ganado, entre otras medidas. «Estos costes pueden parecer elevados, pero son casi irrelevantes si los comparamos con los 7.500 millones de euros que la Unión Europea gasta cada año en subvenciones agrícolas sólo en Francia», explica Eloy Revilla, investigador de la Estación Biológica de Doñana y coautor del estudio.
El trabajo muestra que el retorno de un carnívoro grande no siempre se traduce en más daños y más compensaciones. Los grandes carnívoros también se han expandido a áreas con baja actividad agrícola y grandes áreas forestales que proporcionan alimento y refugio natural. «Tal es el caso de Polonia, donde los lobos han recolonizado grandes bosques en el centro y oeste del país», afirma Bautista. Polonia paga 239 euros por lobo al año, lo que le convierte en el segundo país de Europa con los costes más bajos de compensaciones por lobo. «Otro buen ejemplo es Alemania, donde las autoridades responsables financian métodos eficientes de protección del ganado en las áreas recolonizadas por lobos, manteniendo la depredación del ganado en tasas bajas», agrega.
Tras una reciente decisión de la Comisión Europea, los agricultores de la Unión Europea podrán recibir una compensación total por cualquier daño y otros gastos relacionados con la prevención de daños (https://ec.europa.eu/info/news/amendments-state-aid-guidelines-agriculture-sector-better-address-damages-caused-wolves-and-other-protected-animals-2018-nov-08_en, consultado el 7 de mayo de 2019). «Sería prudente crear una base de datos paneuropea de los costes y procedimientos de compensación y prevención de daños en Europa, para facilitar evaluaciones como la presentada en este estudio, que son muy valiosas para ayudar en el diseño de políticas más eficaces», subraya Eloy Revilla. Por su parte, Bautista enfatiza que «un problema grande y a menudo no resuelto es que estos esfuerzos raramente cambian la actitud de los agricultores, que por lo general se oponen a la presencia de estos depredadores. Si queremos fomentar la convivencia entre la gente y los grandes carnívoros, las autoridades deben trabajar regularmente en los aspectos sociales de este conflicto, que va mucho más allá del dinero».
Este estudio es fruto de un esfuerzo conjunto de 22 investigadores de toda Europa. La investigación forma parte de un proyecto de cooperación entre el Instituto de Conservación de la Naturaleza (Academia de Ciencias de Polonia) y la Estación Biológica de Doñana (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
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