Revelan que la biomasa animal en el océano profundo es mayor de la que se creía
Un grupo de investigadores, entre los que se encuentran expertos de la Universidad de Cádiz, ha descubierto que la biomasa de animales en el océano profundo es mucho mayor de la que se estimaba hasta ahora y que pueden desempeñar un importante papel en la mitigación de los efectos del cambio climático.
Un grupo de investigadores, entre los que se encuentran los profesores Juan Ignacio González Gordillo, Fidel Echevarría y Andrés Cózar de la Universidad de Cádiz, ha descubierto que la biomasa de animales en el océano profundo es mucho mayor de la que se estimaba hasta ahora y que pueden desempeñar un importante papel en la mitigación de los efectos del cambio climático. Un importante hallazgo que ha sido publicado en la célebre revista Nature Communications.
“No todo el carbono orgánico producido por la fotosíntesis (a partir de CO2) en las capas iluminadas del océano llega a ser consumido por los organismos que pueblan esta zona. Se sabe que una mínima parte sedimenta hasta la llamada zona mesopelágica (entre 200 y 1000 metros de profundidad), donde podría permanecer durante décadas, y otra aún menor, podría alcanzar el océano profundo (por debajo de 1000 metros de profundidad), donde permanecería durante cientos de años”, como explican estos expertos.
No obstante, “algunos animales – principalmente pequeños crustáceos, peces y cefalópodos – se alimentan por la noche en capas más someras y durante el día migran en vertical para refugiarse en capas más profundas, donde respiran y excretan la ingesta, promoviendo el denominado flujo activo. Esto es, el carbono orgánico pasa en escasas horas desde la superficie hasta profundidades de 600-1000 m., por lo que, partículas que tardarían décadas en llegar a estas profundidades por sedimentación pasiva podrían hacerlo en 4-5 horas gracias a su transporte mediado por estos migradores”.
Como resultado de este trabajo, los investigadores han demostrado que “la abundancia de estos organismos migradores, tanto con mediciones derivadas de redes como con métodos acústicos en 146 estaciones oceanográficas alrededor del océano tropical y subtropical, es mucho mayor de lo que se pensaba, lo cual implica un importante transporte de carbono hacia el océano profundo, algo que hasta ahora no era prácticamente considerado”.
Así las cosas, “el descubrimiento del papel que juega la fauna migrante para transportar el carbono atmosférico, abre la vía a reconsiderar la importancia de esta fauna marina en el secuestro de carbono y por tanto, a paliar los efectos del cambio climático”, en palabras de los propios responsables del estudio.
El grupo de investigación que ha realizado este hallazgo está compuesto por los profesores de Ecología, Juan Ignacio González Gordillo, Fidel Echevarría y Andrés Cózar, del departamento de Biología de la UCA, así como por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad de Hamburgo, el Instituto Español de Oceanografía, el AZTI, el Instituto de Ciencias del Mar-CSIC, la Universidad de Oviedo, y la King Abdullah University of Science and Technology.
Referencia bibliográfica: S. Hernández-León, R. Koppelmann, E. Fraile-Nuez, A. Bode, C. Mompeán, X. Irigoien, M. P. Olivar, F. Echevarría , M. L. Fernández de Puelles, J. I. González-Gordillo, A. Cózar, J. L. Acuña, S. Agustí & C. M. Duarte (2020): ‘Large Deep sea zooplankton biomass mirrors primary production in the global ocean’. Nature Communications. 11:6048. https://doi.org/10.1038/s41467-020-19875-7
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