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| 22 May 2019

Perder fauna tiene un coste

Autoría: Jorge Molina / Fundación Descubre

Investigadores de la Universidad de Córdoba han evaluado por primera vez el importe económico que ocasiona la desaparición o los daños a las especies animales de mayor relevancia social a causa de los incendios forestales. Para ello han realizado estudios de campo de los ecosistemas quemados, análisis de los presupuestos públicos, y encuestas a los habitantes del entorno siniestrado.

22 de Mayo. Día Internacional de la Diversidad Biológica

Con el incendio apagado llega el silencio al bosque. El coste económico de lo que supone este tipo de siniestros siempre se ha estimado sin tener en cuenta ese silencio, es decir, el de la fauna muerta o huida, o al menos de las especies de mayor relevancia en la sociedad.

Incendio de Segura.

Investigadores del grupo de Silvopascicultura del Departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad de Córdoba han calculado lo que supone en euros la pérdida de especies animales emblemáticas en los incendios forestales. Se trata de la primera vez en Europa que se incorpora esta variable en el balance de impacto de los siniestros.

Los expertos focalizaron el estudio en los dos grandes incendios ocurridos en el año 2017 en Andalucía: los de Doñana y la Sierra de Segura. En estos lugares eligieron las tres especies más conocidas: lince ibérico, águila imperial y quebrantahuesos.

El resultado lo han logrado por una triple vía. Por una parte, los investigadores evaluaron los presupuestos invertidos por las distintas Administraciones para conservación de esas especies, incluidos trabajos en el hábitat, durante los últimos 12 años.

A la variable económica le sumaron encuestas de población. “En los cuestionarios preguntamos si el ciudadano estaba dispuesto a aportar una cantidad de dinero por la conservación y mejora de la especie”, informa a la Fundación Descubre Juan Ramón Molina, responsable del estudio.

Responsables del estudio.

Finalmente, los investigadores realizaron un trabajo de campo para evaluar el periodo de recuperación de la zona quemada; es decir, hasta que vuelve a ser un hábitat propicio para la vida y para la depredación de las especies emblema elegidas.

Los investigadores obtienen una valoración económica concreta del incendio. De esta forma, teniendo en cuenta los presupuestos públicos para las especies indicadas, y los ejemplares que sufrieron muerte o pérdida de hábitat, el de Doñana supuso un coste de 209.000 euros, y el de Segura 634 euros. El primero ocasionó la muerte de un lince y pérdida de hábitat para dos, especie que genera grandes inversiones públicas, lo cual explica el importe más elevado.

Considerando sólo las encuestas a los ciudadanos, los importes obtenidos son superiores, de  445.000 y 5.792 euros, respectivamente. En este caso los investigadores no incluyen las respuestas de quienes no estarían dispuestos a dar más desembolso del que ya aportan vía impuestos.

“Esta línea de trabajo permitirá incorporar el recurso biodiversidad con objeto de una valoración integral del medio natural”, explica el ingeniero de Montes. Sobre todo para territorios donde la presencia de algunos animales resulta motivo de orgullo y parte de la cultura local. Su perdida, como ha analizado Molina, no es solamente simbólica.

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