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La coordinadora del proyecto Life Blue Nature, Rosa María Mendoza, ha explicado que las praderas de posidonia y las marismas crean sumideros de CO2 que no se transmite a la atmósfera. En Almería se encuentra el 92 por ciento de las praderas de posidonia andaluzas.
Se trata de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). El profesor de la Universidad de Almería Antonio J. Castro ha sido seleccionado como uno de los 70 expertos mundiales que colaborarán con ella.
Según un trabajo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ajustan su floración a las características del grupo para atraer a más polinizadores. Hasta ahora, esta estrategia reproductiva moldeada por la selección de parentesco o familiar había sido demostrada sobre todo en animales.
Desde primera hora de la mañana de hoy ha comenzado la cuenta atrás de un maratón de muestreos y divulgación compuesto por 24 horas consecutivas de trabajo de campo, estudio y convivencia llamado AmBioBlitz. Este formato cumple con los parámetros de búsqueda y registro del mayor número de especies posible, flora y fauna, en un lugar concreto durante un tiempo determinado, como así indica el nombre del evento, pero además en la UAL se le ha añadido el prefijo ‘Am’. Con ello se ha tenido la intención de hacer referencia a aspectos ambientales que también se han incluido en un programa ambicioso y que encaja con el deseo de apertura de la Universidad de Almería.
La fauna de gran tamaño de los desiertos del Sáhara y el Sahel, en el norte de África, se encuentra en peligro de extinción por el aumento de los conflictos armados en la región. Esta es una de las conclusiones alcanzadas en un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y liderado desde el Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos de la Universidad de Oporto. Los resultados han sido publicados en la revista Conservation Letters.
Investigadores del CSIC descubren que la interacción entre plantas cambia el desarrollo de las comunidades bacterianas. El estudio abre la puerta a experimentar con los microorganismos para controlar malas hierbas o plantas parásitas.