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Un estudio del ICTA, el CREAF, el CTFC y la UAB caracteriza por primera vez la química forestal del aire por debajo de la copa de los árboles en un encinar mediterráneo. Las concentraciones máximas de monoterpenos, los compuestos orgánicos volátiles relacionados con la salud humana, se producen en julio y agosto, a primera hora de la mañana y de la tarde.
El método SBPQ se basa en el estudio de la evolución de ciertas especies marinas con potencial bioindicador para detectar cambios que puedan indicar alteraciones en el entorno. Esta técnica permite alertar sobre incidencias de carácter local, como las derivadas de la contaminación del agua por emisarios urbanos de aguas residuales que las vierten deficientemente depuradas; global, que se hacen patentes mediante la monitorización del cambio climático a partir de especies sensibles a la elevación de la temperatura; o bien motivadas por la intrusión de especies con potencial invasor.
Hasta ahora no estaba claro cómo las carpas, que han colonizado las masas de agua dulce de todo el mundo, llegan a zonas aisladas. Un nuevo estudio, en el que participan investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD) del CSIC en Sevilla, sugiere que el transporte a través del intestino aviar de un solo huevo puede desempeñar un papel importante en la dispersión de esta especie invasora, dado su potencial para reproducirse asexualmente.
Un equipo de científicos de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al departamento de Ecología, ha estudiado por primera vez las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) en 12 embalses de Granada, Jaén y Córdoba, demostrando que son importantes emisores de gases de efecto invernadero contribuyendo al forzamiento climático de los ecosistemas acuáticos. La geología de la cuenca, la profundidad del embalse y la presión humana en la cuenca determinaron su forzamiento climático (el potencial para absorber calor en la atmósfera).
Las diversificaciones del proyecto Diverfarming en Andalucía, en el que participa la Universidad de Córdoba, siguen adelante a pesar de la pandemia con resultados de 3.000kg por hectárea de avena cultivada en el olivar. Además de los beneficios económicos y medioambientales, los expertos han detectado cómo esta siembra a modo de cubierta vegetal reduce la erosión en comparación con el monocultivo. Además, la avena crea bastante cobertura del suelo y tiene un contenido alto de biomasa, lo que produce un mayor secuestro de carbono y reduce la emisión de carbono, consiguiendo suelos con más materia orgánica y, por tanto, mayor fertilidad.
Científicos internacionales, liderados por la investigadora de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC) Lucía DeSoto, reúnen sus datos de crecimiento de la madera de más de 3.500 árboles para relacionar la mortalidad con la baja capacidad de aguantar los periodos secos. Conocer la respuesta de los árboles ante escenarios de escasez hídrica permitirá establecer estrategias de manejo de los bosques ante el cambio climático.
Un grupo de expertos de la Universidad de Sevilla ha realizado un trabajo comparativo entre las concentraciones, tanto totales como fracciones, de los metales hallados en sedimentos del río Guadiamar en 2002 con los presentes en la misma zona en el año 2018. Tras este estudio, los investigadores afirman que se ha producido un descenso importante de las concentraciones totales y una evolución de las fracciones metálicas hacia sus formas más inocuas, por lo que el riesgo ambiental es ya mucho menor.
El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) participa en el proyecto H2020 Best4Soil, en el que expertos en la materia de 20 países europeos promueven el conocimiento existente y disponible para su aplicación sobre las mejores prácticas de manejo de los suelos agrícolas, con el fin último de mantener, mejorar, o restablecer la salud del suelo agrícola en Europa.