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Este estudio internacional, en el que participa la Universidad de Almería, expone que la descomposición de hojarasca es un proceso crítico en los ecosistemas fluviales, y juega un notable papel en los intercambios de carbono entre la biosfera y la atmósfera, todo ello con potenciales retroalimentaciones sobre el clima global. Además, este trabajo apunta a la diversidad vegetal como factor principal que afecta a la descomposición de materia orgánica.
Aunque el cambio climático es más que una realidad, parece que la pandemia ha desplazado este tema a un segundo o tercer plano. A eso le añadimos que en países como EE UU la preocupación por el asunto es relativamente baja en comparación con el resto del mundo.
En el mes de junio del año pasado, un paseo por la playa de Matalascañas (Huelva) nos descubrió un escenario fantástico producido en este entorno hace más de 100 000 años. Los intensos temporales del invierno y la acción de unas mareas vivas dejaron al descubierto una extensa superficie pisoteada de algo más de 6 000 m².
Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico de entre 5 milímetros y 1 micrómetro (el tamaño de una bacteria). Puede que ya le resulten familiares por los numerosos informes que alertan de su presencia en el medio ambiente.
La población de oso pardo europeo (Ursus arctos arctos) ubicada en la cordillera Cantábrica representa el límite suroeste de la distribución de esta especie en Europa. Al igual que otras poblaciones de osos en el continente, experimentó un declive dramático en el número de individuos en la segunda mitad del siglo XX, situándose en menos de 100 individuos en la década de los noventa.
En junio de 2020, un yacimiento singular fue descubierto en la playa de Matalascañas en Almonte (Huelva) por María Dolores Cobo y Ana Mateos del Espacio Natural de Doñana. Al principio, se detectaron distintas huellas fósiles de aves y mamíferos de una época cercana a los 100.000 años de antigüedad. Tras una investigación más exhaustiva, se descubrieron entre ellas hasta 87 pisadas de origen humano, concretamente neandertal.
La naturaleza nos aporta incalculables beneficios. Algunos de ellos se manifiestan a través de vertebrados, como los peces y las aves, que nos sirven de alimento y también como elemento central de actividades culturales y de recreo.
Expertos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) analizan el grado en que la coloración de las diferentes zonas está conservada o diversificada a lo largo del árbol evolutivo de las especies de esta ave en el mundo. Para ello, han empleado un método novedoso nunca antes aplicado a estudios de coloración animal, con el que detectaron que la mayor parte de la diversificación de color se concentra en solo el 12% de la superficie corporal, y ésta coincide con las zonas denominadas frontales (cabeza, cuello, pico y ojos).