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Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a medida que continúe la tendencia al calentamiento, el calor excepcional, los incendios forestales, las inundaciones devastadoras y otros efectos del cambio climático se cobrarán un precio cada vez mayor en la sociedad, las economías y los ecosistemas.
Una extensa red de vasos sanguíneos conocida como rete mirabile (red maravillosa) ayuda a proteger el cerebro de las ballenas y delfines, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, cuando nadan bajo las olas. De esta forma, se salvaguardan de los pulsos de presión sanguínea generados al sumergirse a gran profundidad.
Se están identificando algunas de las especies en peligro de extinción en el arte rupestre de América Latina. Hasta el momento hemos detectado cetáceos, mamíferos y aves incluidos en la lista roja.
Después de la fotólisis, las reacciones químicas del ozono con el yodo en la atmósfera son la siguiente causa de destrucción del ozono en la troposfera ártica, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En la Zona de Exclusión de Chernóbil, un equipo liderado por Germán Orizaola de la Universidad de Oviedo ha realizado un estudio que sugiere la existencia de respuestas adaptativas frente a la radiación en vertebrados. Los ejemplares con mayores niveles de melanina, habrían sufrido un menor impacto de la radiación liberada por la catástrofe nuclear.
Esta semana, los protagonistas del #Cienciaalobestia son los poríferos, también conocidos como esponjas de mar, que ‘estornudan’ para limpiar sus sistemas de filtrado interno. Estas mucosidades expulsadas al agua son usadas por algunos animales que viven en los alrededores como alimento.
El principal resultado de este estudio, publicado en la revista científica Philosophical Transactions of the Royal Society, revela que casi todas las plantas con flores para las que se conocen cromosomas sexuales muestran algún indicio de variabilidad en su expresión sexual.
Estos osos, protagonistas esta semana del #Cienciaalobestia, han desarrollado un sexto dedo a partir de un hueso de la muñeca, el sesamoideo radial, que les ha permitido seguir una dieta vegetariana desde mucho tiempo atrás. Este dígito extra es un ejemplo singular de la adaptación evolutiva de la especie.