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Investigadores de la UCO advierten de la necesidad de adaptar los comederos de las aves necrófagas (muladares) para evitar que el lince ibérico adquiera patógenos transmitidos por consumo de subproductos de especies cinegéticas
El Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba mejora, junto al IAS – CSIC, el modelo AquaCrop introduciendo la opción para simular el rendimiento de la alfalfa con precisión. Este modelo que, tras casi 20 años de vida es el segundo más utilizado del mundo en investigación, permite simular la respuesta de rendimiento de los cultivos según clima, suelo y manejo del riego utilizado, algo muy importante en zonas en las que el agua es un factor limitante en la producción
Un estudio científico emplea técnicas de manipulación genética para disminuir la virulencia del Fusarium oxysporum, uno de los patógenos más importantes del mundo que genera pérdidas millonarias en la agricultura
El proyecto FLOROLIVE+ de la Universidad de Córdoba generará biomarcadores y metodologías capaces de predecir la duración de la fase juvenil del olivo.
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba caracteriza un nuevo factor de transcripción que regula, durante la maduración de las fresas, la producción de antocianinas encargadas de darle el color rojo.
Según una investigación internacional en la que ha participado la Universidad de Córdoba, el mejor momento para aplicar biopesticidas contra las plagas de langostas es cuando estas aún no han entrado en su etapa adulta. Tras analizar casi 1.000 muestras de langosta migratoria oriental recogidas en las provincias chinas de Dagang y Dongying, la investigación comprobó que en la tercera fase de desarrollo las langostas mantienen una temperatura más baja que en otras etapas (por debajo de los 35 grados) ya que normalmente se encuentran situadas cerca del suelo debido a su vulnerabilidad.
Un estudio de la UCO comprueba que la cepa FO12 del hongo Fusarium oxysporum mejora las respuestas a la deficiencia de hierro en plantas de pepino, promoviendo su crecimiento sin tener que recurrir a productos perjudiciales para el medioambiente.
Contaminantes como microplásticos, compuestos farmacéuticos o productos de cuidado personal, entre otros, alteran la composición de los microorganismos presentes en sedimentos, aguas y en la coquina de fango. Así lo están comprobando el equipo de la Universidad de Córdoba y del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN) con el proyecto ENVIROMICROB, con el que pretenden evaluar, a largo plazo, los efectos biológicos de los contaminantes en los microorganismos presentes en dos comunidades: los sedimentos y aguas.