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Fotografía ilustrativa del artículo
| 14 Ene 2019

Las aves, nuevos detectores de la velocidad de las corrientes marinas

Fuente: IMEDEA

Los datos de los desplazamientos de las aves en la superficie del mar revelan similitudes con los obtenidos por las boyas oceanográfica. La técnica, que se publica en ‘Scientific Reports’, supone según los científicos un ahorro energético y económico.

Un equipo internacional liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) plantea una aproximación alternativa para estudiar las corrientes superficiales del mar balear: analizar el comportamiento de aves marinas cuando están posadas en la superficie del mar durante la época de cría. Los resultados del trabajo se publican en la revista Scientific Reports.

Ejemplar de pardela cenicienta (‘Calonectris diomedea’) en la superficie del mar (Fuente: CSIC)

Ejemplar de pardela cenicienta (‘Calonectris diomedea’) en la superficie del mar (Fuente: CSIC)

Hasta el momento, las corrientes superficiales del mar balear se han estudiado combinando datos de velocidad que registran boyas, planeadores y radares costeros de alta frecuencia con datos obtenidos mediante satélites. Pero tras estudiar los datos del comportamiento de 75 individuos de la especie pardela cenicienta (Calonectris diomedea) de las islas de Mallorca, Menorca y Columbretes (pequeño archipiélago frente a las costas de Valencia) y colocarles un dispositivo GPS, los investigadores han llegado a la conclusión de que los desplazamientos de estas aves ofrecen una información igual de fiable que otros dispositivos.

Las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea) pasan hasta diez horas posadas en la superficie del mar, siendo arrastradas por las corrientes superficiales o el viento, tras desplazarse desde las Islas Baleares a las zonas de alimento en la península. “Hemos comparado los datos de velocidad obtenidos a partir de la posición de las aves y las corrientes superficiales del mar balear registradas mediante satélites. Los resultados son similares”, explica Antonio Sánchez-Román, coautor del estudio y científico del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.

“El uso de la pardela cenicienta y otras especies de aves marinas como alternativa para medir las corrientes superficiales supone un considerable ahorro energético y económico. Además, nos permite analizar una parte del comportamiento de las aves marinas que apenas se ha estudiado con anterioridad: los periodos de reposo en la superficie del mar”, añade Ananda Pascual, investigadora del CSIC también en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.

Al utilizar animales, además, se puede obtener información del mar en zonas poco muestreadas mediante técnicas tradicionales debido a su falta de viabilidad desde un punto de vista técnico. “Un mayor conocimiento de la dinámica del mar balear ayudará no solo a una gestión más eficaz del entorno marino sino también a una mayor protección frente a la presencia y dispersión de contaminantes”, concluye Sánchez-Román.

 

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