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Fotografía ilustrativa del artículo
| 07 Nov 2019

Lanzan un documental sobre una de las especies más raras del Planeta

Investigadores de la Universidad de Cádiz han realizado este trabajo titulado ‘Nuestra planta carnívora Drosophyllum lusitanicum: una de las especies más raras del Planeta’, que cuenta con la colaboración del Parque Natural Los Alcornocales y la Junta de Andalucía y puede verse en el canal de YouTube de dicha universidad. 

La Drosophyllum lusitanicum, conocida como atrapamoscas y a la que ya Charles Darwin dedicó su atención en el libro Insectivorous Plants, publicado en 1875, es el centro de diversos tipos de investigaciones llevadas a cabo por el catedrático Fernando Ojeda y su equipo, científicos integrados en el departamento de Biología de la Universidad de Cádiz.

‘Drosophyllum lusitanicum’, una de las especies más raras del Planeta.

Concretamente, el grupo de investigación FEBIMED (RNM923; www.febimed.org) de la UCA ha realizado el documental Nuestra planta carnívora Drosophyllum lusitanicum: una de las especies más raras del Planeta, con la colaboración del Parque Natural Los Alcornocales y la Junta de Andalucía, que puede verse en el canal de YouTube de la Universidad de Cádiz.

Drosophyllum lusitanicum (Drosophyllaceae) es una planta carnívora endémica de la herriza o brezal Mediterráneo del suroeste de la península ibérica y extremo noroccidental de África, siendo la región del estrecho de Gibraltar la que alberga la mayor densidad de poblaciones. Se trata de una especie rara desde el punto de vista geográfico, ecológico y taxonómico, siendo el paradigma de singularidad botánica de la herriza.

Parte de este trabajo y del conocimiento adquirido en torno a esta singular planta se recoge en este documental, donde se ilustra la ecología de esta especie “única y extraordinaria pero, sorprendentemente, ignorada por la mayoría de la sociedad”. La Drosophyllum lusitanicum no es solo rara por ser una planta carnívora, sino que es particular incluso dentro del conjunto de plantas carnívoras del planeta. La mayoría se encuentra en suelos encharcados o, al menos, saturados en agua, mientras que la Drosophyllum crece sobre suelos secos. “Esta especie es el paradigma de singularidad botánica de la región del estrecho de Gibraltar y la joya de la corona de la herriza o brezal Mediterráneo”, puntualiza el profesor Ojeda. La carnivoría en plantas es una adaptación a suelos de fertilidad escasa: “la Drosophyllum no es capaz de obtener sus nutrientes del suelo, ya que sus raíces carecen de adaptaciones morfológicas adecuadas. Se nutre de los insectos que atrapa en sus hojas”.

Ejemplar de ‘Drosophyllum lusitanicum’.

Esta especie tiene unas glándulas a lo largo de sus hojas que secretan gotas de un mucílago azucarado que desprende un aroma dulzón producido por una serie de compuestos orgánicos volátiles sintetizados por la propia planta. “Este olor atrae a sus presas, principalmente pequeñas moscas y otros insectos de pequeño y mediano tamaño, que quedan atrapados en el pegajoso mucílago”, explica el profesor Ojeda. “Para ingerirlos, las hojas de Drosophyllum excretan unos enzimas digestivos a través de otras glándulas de sus hojas que disuelven los tejidos de los insectos antes de ser absorbidos por esas mismas hojas, dejando solo el exoesqueleto”.

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