Describen la irrupción de lochas invasoras en Cataluña
Un equipo científico entre el que se encuentra la Estación Biológica de Doñana y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes utilizó información de más de 3500 muestreos de campo para detectar la presencia y describir la distribución de hasta seis especies diferentes de lochas introducidas en Cataluña. Los patrones genéticos demostraron que ha habido numerosas introducciones independientes y que una de las lochas invasoras que más se ha propagado, del género Barbatula, es una especie que aún no ha sido descrita.
Las invasiones biológicas son una de las amenazas más importantes para la biodiversidad de los ríos y humedales de la península ibérica. El impacto de las invasiones no para de crecer, hasta el punto de que las principales cuencas fluviales ibéricas tienen hoy más especies de peces invasores que nativos. La prevención de nuevas introducciones y de la expansión de las especies ya establecidas es la estrategia más eficaz y eficiente para evitar los efectos perniciosos de las invasiones biológicas. Una de las principales herramientas de esta prevención son los análisis de riesgo, que identifican las especies con un potencial mayor de convertirse en nuevas invasoras en base al conocimiento que tenemos de invasiones previas. Pero en un mundo sometido a rápidos cambios de todo tipo, pueden aparecer nuevos perfiles de especies invasoras, que no son predecibles con la experiencia que tenemos.
Durante décadas se han introducido repetidamente en la península ibérica dos tipos de peces, en un proceso que parecía haberse convertido en norma. Por un lado, se fomentaban las especies más grandes, las más atractivas como objetivo de la pesca deportiva y, por otro, especies más pequeñas que pudieran servir de sustento a aquéllas (en ocasiones llamadas peces-pasto). Sin embargo, un artículo recién publicado en la revista Freshwater Biology por un diverso de equipo de investigación -que incluye a la Estación Biológica de Doñana y al Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), ambos del CSIC – muestra que nuevos perfiles de especies invasoras pueden emerger por sorpresa de forma explosiva, al describir la reciente irrupción de numerosas especies de lochas invasoras en Cataluña.
Las lochas son peces pequeños, que viven ligados al fondo de ríos y humedales, de cuerpo alargado y con la boca rodeada de pequeños bigotes (barbillones). En la península ibérica hay lochas autóctonas, como colmillejas y lamprehuelas (género Cobitis) y lobos de río (género Barbatula). Sin embargo, la presencia de estos peces en Cataluña se restringía a las colmillejas del tramo bajo del río Ebro, hoy prácticamente desaparecidas. El equipo de investigación utilizó información de más de 3500 muestreos de campo para detectar la presencia y describir la distribución de hasta seis especies diferentes de lochas introducidas en Cataluña. La diversidad de especies entre las lochas invasoras es un resultado muy sorprendente, pero igualmente llamativa es la rápida expansión de algunas de ellas.
Largo recorrido de introducciones
La primera introducción fue la de una especie italiana, Cobitis bilineata, en el Estany de Banyoles (Girona), durante la década de los 90. “Esa especie apenas se ha expandido, sigue prácticamente limitada al área en la que fue introducida” apunta Miguel Clavero, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y autor principal del estudio, “pero las especies introducidas más recientemente han tenido una capacidad de invasión mucho mayor”. En 2001 se detectó la presencia de Misgurnus anguillicaudatus, una especie originaria del extremo oriente, en el Delta del Ebro, donde se ha expandido de forma imparable, hasta hacerse omnipresente en la zona y ser la especie de pez dominante en algunos ambientes, como los arrozales. También en expansión está una población mixta, probablemente híbrida, de Misgurnus anguillicaudatus yMisgurnus bipartitus, detectada en 2006 en distintos afluentes del tramo bajo del río Ter, en Girona.
En 2005 se detectó la presencia de otra especie asiática, Paramisgurnus dabryanus, en el embalse de Vallvidriera, cercano a Barcelona. Tras dos intentos de erradicación, la especie sigue estando presente en la zona. Peces del género Barbatula empezaron a ser detectados en Cataluña desde el inicio del siglo XXI y hoy son frecuentes en grandes tramos de los ríos Segre, Llobregat, Ter y Fluvià. En 2016 se detectó por primera vez la presencia de Cobitis paludica en el río Besòs, en el que la especie está ahora ampliamente distribuida y desde donde parece haber alcanzado la cuenca del Ter.
Las lochas son peces difíciles de determinar a nivel de especie, por lo que la correcta identificación de todas las especies introducidas en Cataluña requirió el empleo de técnicas genéticas. Pero más allá de la mera identificación, los resultados genéticos fueron sorprendentes. “Es asombroso que todas las Barbatula catalanas pertenecen a una especie aun no descrita, cuya área de distribución nativa estaría en Francia”, explica Clavero, “de hecho, nuestros resultados muestran que son varias las especies de Barbatula que esperan una descripción formal en Europa”. Los patrones genéticos demostraron también que el origen de las poblaciones de Cobitis paludica introducidas recientemente en Cataluña no es el amenazado núcleo del Ebro, sino el centro de la península ibérica.
Las motivaciones que llevaron a las introducciones de lochas en Cataluña son desconocidas, algo común a la mayor parte de las introducciones ilegales. Sin embargo, es probable que estén relacionadas con la pesca y la acuariofilia, ya que, según Clavero “suelen usarse como cebo vivo en pesca deportiva, aunque sea una práctica prohibida, y muchas lochas son apreciadas como peces de acuario”. En cualquier caso, la irrupción de un nuevo perfil de especies invasoras pone de manifiesto las debilidades de la prevención de invasiones basada en listas de especies de riesgo. Como demuestra el ejemplo catalán, invasoras con un retrato robot nuevo y sorprendente pueden protagonizar una invasión fulgurante.
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