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Un estudio liderado por el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Córdoba, ha desarrollado una metodología automática que permite detectar y cartografiar las poblaciones de un tipo de mala hierba, la grama (Cynodon dactylon), que afecta a las cubiertas vegetales utilizadas como protección en muchos viñedos. El nuevo método permitiría a los agricultores localizar y tratar de forma precisa los sectores infestados por la grama, sin necesidad de prescindir del uso de las cubiertas vegetales.
El objetivo principal de este proyecto, en el que participa la Universidad de Córdoba, es desarrollar ecosistemas resilientes en cultivos leñosos en sistema intensivo que sean resistentes a una posible infección por la batería a través de prácticas sostenibles y el desarrollo de nuevas variedades de olivo resistentes a 'Xylella fastidiosa'.
Investigadores andaluces han simulado las condiciones del calentamiento global en dos variedades de olivas en condiciones de reales de campo. Los expertos concluyen que una subida de 4 grados de temperatura reduce la cantidad de fruto, se adelanta la maduración y se obtiene menos aceite.
Este estudio, en el que participa la Universidad de Córdoba, pretende poner en valor este tipo de ecosistemas y para ello están realizando un estudio exhaustivo del análisis de ciclo de vida de los productos que se generan en las dehesas, como, por ejemplo, queso, jamón, corcho o lana. Con esta técnica están realizando un balance de las emisiones de gases invernadero que se generan durante todo el proceso de producción de estos bienes, algo que hasta el momento no se conoce con exactitud.
Un equipo de la Universidad de Almería ha desarrollado una nueva técnica basada en la reutilización de restos orgánicos, procedentes de invernaderos, a los que han aplicado radiación solar para crear una enmienda biológica aplicada a la planta del tomate. Con este método es posible aminorar el impacto ambiental, así como disminuir el uso de abonos convencionales.
Científicos de la Universidad de Córdoba participantes en el proyecto europeo de diversificación de cultivos Diverfarming, iniciativa europea financiada por el programa H2020 de la Comisión Europea, han iniciado una nueva fase de este estudio que conlleva la siembra de lavandín entre las calles que separan las hileras de árboles del olivar andaluz. Se trata de la estrategia de diversificación de cultivos y reducción de insumos que propone este trabajo.
Este avance permitirá un nuevo enfoque para afinar los procesos de mejora y obtención de variedades equipadas genéticamente para afrontar las condiciones climáticas.
Este descubrimiento, realizado por investigadores de la Universidad de Granada, supone un primer paso hacia un posible futuro desarrollo de tratamientos menos dañinos al medio ambiente y a la salud humana que los pesticidas
Su trabajo ha sido publicado en la revista Scientific Reports