La inocuidad de los alimentos salva vidas. No solo es un elemento crucial para la seguridad alimentaria, sino que también desempeña un papel fundamental en la reducción de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Cada año, 600 millones de personas enferman debido a 200 tipos diferentes de enfermedades transmitidas por los alimentos. La carga de la enfermedad recae principalmente en los pobres y los jóvenes. Además, las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420 000 muertes evitables al año.
Probablemente se haya lavado las manos, haya lavado los utensilios de cocina y haya cocinado los alimentos a la temperatura adecuada, que son todas buenas prácticas de inocuidad alimentaria. Probablemente haya leído las etiquetas de los envases de los alimentos para ver qué ingredientes contiene el producto o cómo cocinarlo. Y quizás, sin darse cuenta, haya confiado en que todas las personas han cultivado, elaborado, envasado, distribuido y preparado sus alimentos correctamente de forma que los pueda disfrutar sin caer enfermo. Sus alimentos son inocuos y su confianza está justificada porque las personas que han participado en la elaboración de sus alimentos —ya sea cerca de su hogar o en el otro extremo del mundo— siguieron las prácticas establecidas de inocuidad alimentaria, que se presentan con claridad en forma de normas. En otras palabras, las normas alimentarias constituyen la base de la confianza para todos nosotros.
Brindan a los agricultores y elaboradores orientación sobre la manipulación higiénica de los alimentos. Definen los niveles máximos de aditivos, contaminantes, residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios que todos podemos consumir con seguridad. Además, las normas especifican cómo deberían calcularse, envasarse y transportarse los alimentos para que sigan siendo inocuos. Gracias a la aplicación de normas sobre cuestiones como el etiquetado nutricional y de alérgenos, los consumidores pueden saber si los alimentos serán buenos para ellos.
La mayoría de gobiernos y organizaciones adopta y aplica normas alimentarias basadas en evaluaciones científicas de los riesgos, que abarcan peligros biológicos, químicos y físicos. De la formulación de las normas pueden encargarse gobiernos u organizaciones individuales, u órganos regionales o intergubernamentales de establecimiento de normas. Uno de estos órganos de establecimiento de normas internacionales de inocuidad y calidad de los alimentos es la Comisión del Codex Alimentarius o, para abreviar, el Codex. El Codex es el lugar en el que representantes de 188 Estados miembros y una organización miembro (la Unión Europea) trabajan juntos para velar por que los alimentos sean inocuos.
En 2023, año en el que el Codex cumple 60 años, celebramos que las normas alimentarias definen el camino con el fin de lograr alimentos inocuos para todos en todas partes.
El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos es una forma importante de:
- sensibilizar a la población sobre los problemas de inocuidad de los alimentos
- mostrar cómo prevenir enfermedades a través de la inocuidad de los alimentos
- debatir enfoques colaborativos para mejorar la inocuidad de los alimentos en todos los sectores
- promover soluciones y formas de mejorar la inocuidad de los alimentos
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