Los suelos son fundamentales en todos aquellos procesos que sustentan la vida en nuestro planeta. Tal y como afirmaba Hugh Hammond Bennet, pionero en el campo de la conservación de suelos en los Estados Unidos de América:
“La historia es un registro de la lucha humana por arrebatarle la tierra a la naturaleza, porque la alimentación del hombre depende de los productos del suelo. Tan directa es la relación entre la erosión del suelo, la productividad de la tierra y la prosperidad de la gente, que la historia de la humanidad puede ser interpretada, al menos en un alto grado, en términos del suelo y lo que le ha sucedido a éste como resultado del uso del hombre.”
Hugh Hammond Bennett
Entre las amenazas medioambientales provocadas por los cambios de uso del suelo destacan el impacto en la biodiversidad por la modificación y fragmentación de hábitats o la pérdida de especies; las repercusiones en el cambio climático (alteración del ciclo del carbono, emisión de gases de efecto invernadero, etc.); la contaminación del aire, agua y suelos o la degradación de tierras por erosión, compactación, contaminación, salinización o sellado antropogénico.