Hoy, la persistencia de la brecha de género en el acceso digital impide a las mujeres disfrutar plenamente del potencial de la tecnología. Su infrarrepresentación profesional y académica en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (science, technology, engineering, math, STEM) sigue siendo un importante obstáculo para su participación en la gobernanza y el diseño de la tecnología. Y la omnipresente amenaza de la violencia de género en línea —combinada con la falta de amparo legal— las obliga demasiado a menudo a abandonar los espacios digitales que ocupan.
