clima
La disponibilidad de agua es el principal factor limitante para el desarrollo de los bosques en zonas áridas, pero hasta ahora no se había estudiado el papel que juegan los acuíferos y el clima de épocas pasadas.
Dos investigadoras del departamento de Física Aplicada II de la Universidad de Sevilla han publicado, en colaboración con la Woods Hole Oceanographic Institution de Massachusetts (EEUU), un estudio que compila datos que permiten analizar el ciclo del carbono en los océanos del último medio siglo.
Investigadoras españolas han demostrado que la presencia de un único depredador, la lechuza, en una cueva sudafricana, indica que los cambios en el registro fósil de micromamíferos a lo largo de dos millones de años estarían producidos por variaciones ambientales. Estos resultados añaden fiabilidad a futuros estudios paleoecológicos y paleoclimáticos que se hagan en el lugar.
El hallazgo en el yacimiento de Oued el Haï, al noroeste de Marruecos, de los fósiles de un uro, Bos primigenius y un rinoceronte blanco, Ceratotherium simum, que vivieron hace entre 57.000 y 100.000 años, permiten conocer con más exactitud los cambios climáticos que provocaron que el norte de África se englobe dentro de la región Paleártica y no en la Afrotropical, como cabría esperar.
Hace 22 millones de años, cuando África y Arabia se conectaron con Eurasia, los proboscídeos se diseminaron por el mundo y pudieron convivir varias especies a la vez en ecosistemas más diversos. Pero la expansión de la sabana, las glaciaciones y el aumento de temperaturas durante los últimos miles y millones de años contribuyeron a su decadencia.