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¿Qué son los créditos de carbono?

El ser humano debido a sus hábitos de consumo y el modo de explotación de los recursos naturales genera una huella ecológica elevada siendo mayor la demanda de recursos por parte de las personas, gobiernos y empresas que la capacidad que tiene la Tierra de renovarlos. Si nos centramos en lo que respecta a la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto entonces estaremos hablando de la huella de carbono como indicador ambiental más específico.

Es precisamente el crecimiento de esta huella de carbono lo que reunió a representantes de todo el mundo en 1997 en Japón, en el llamado Protocolo de Kioto, en busca de un compromiso por la reducción de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático y el calentamiento global. Dicho Protocolo entró en vigor en febrero de 2005, estableciendo, por primera vez, objetivos de reducción de emisiones netas de gases de efecto invernadero para los principales países desarrollados y economías en transición, con un calendario de cumplimiento.

Así, y de la misma manera que el ciudadano de a pie debería apostar por hábitos de vida sostenible, el tejido empresarial también también debe cumplir con la disminución de su huella de carbono. En el caso de España cabe destacar el Fondo de Carbono – FES-CO2 destinado a ser una herramienta de apoyo a la transformación del sistema productivo español en un modelo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, impulsando la actividad de las empresas en los sectores asociados a la lucha contra el cambio climático mediante la adquisición de créditos de carbono, contribuyendo de este modo al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero asumidos por España.

Este nuevo instrumento de financiación climática, se concibe con el objetivo de reorientar la actividad económica hacia modelos bajos en carbono al mismo tiempo que se contribuye al cumplimiento de los objetivos internacionales asumidos por España en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Teniendo en cuenta que cada crédito equivale a una tonelada de dióxido de carbono que ha sido dejada de emitir a la atmósfera, se trata de nivelar la cantidad de emisiones totales que pueden ser liberadas por una empresa o negocio. Si hay un superávit en la cantidad de gases que se emiten, hay un valor monetario asignado a ese superávit y puede ser objeto de comercio, fundamentalmente para proyectos que compensen la contaminación, es decir, que renueven el dióxido que se ha emitido a la atmósfera, como pueden ser proyectos de reforestación (habitualmente en países en vías de desarrollo).

Citamos como ejemplo el Proyecto de Bosques de Vanga Blue, una iniciativa innovadora para intercambiar créditos de carbono a partir de la conservación y la restauración de manglares en la costa de Kenia. Este programa es apoyado por ONU Medio Ambiente, el Servicio Forestal de Kenia, el Instituto de Investigaciones Marinas y Pesqueras de Kenia y sus socios.

Para saber más:
https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/fondo-carbono/