Fotografía ilustrativa del artículo

¿Qué es una isla de biodiversidad?

Verano en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. El sol implacable cae sobre el paisaje de estepa cercano al mar. No se observan movimientos de seres vivos en el entorno salvo alguna valiente ave que busca con su vuelo el cobijo en un arbusto próximo. Concretamente, se refugia en un azufaifo (Zyziphus lotus). Observando con detenimiento, llama la atención la multitud de rastros alrededor de esta planta de porte arbustivo, rastros que se adentran entre las pinchudas ramas. Entre ellos distinguimos claramente las marcas impresas sobre el sustrato arenoso de escarabajos, lagartijas y conejos. Pero son muchos más los residentes de este «hotel» que buscan la sombra, el refugio y defensa, incluso el alimento.

Los azufaifos en medio de este agreste ecosistema son un ejemplo claro de islas de biodiversidad ofreciendo a estos seres vivos una oportunidad de supervivencia. Estos hábitats son en definitiva puntos calientes de biodiversidad, concentrando en un reducido espacio una gran cantidad de especies que buscan un microhábitat más suave que las condiciones secas y tórridas del entorno.

Catalogado como Hábitat de Interés Comunitario (HIC) por la Red Natura 2000, los matorrales arborescentes de Zyziphus necesitan ser protegidos frente a amenazas como:

– Su distribución natural original se ha reducido por la implantación de cultivos bajo plásticos, la presión urbanística y limitación de recursos como el agua subterránea.
– Uso público no regulado.
– Presencia de exóticas invasoras.
– Ausencia de regeneración.
– Alto riesgo de incendios.

Para saber más:
HIC 5220

 

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