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¿Qué es la biodiversidad del suelo?

Caminar por un sendero atravesando un bosque puede ser una de las actividades más placenteras que podemos realizar en un día de otoño soleado. El crujir de las hojas a cada paso, el olor a tierra húmeda, son sensaciones que no pasan desapercibidas a nuestros sentidos. Pero, detengámonos un momento y miremos debajo de nuestros pies, más allá de la hojarasca. Un mundo fascinante se presenta ante nuestros ojos. El SUELO, un entorno vibrante que sirve de hogar a miles de especies, que constituyen la biodiversidad edáfica y cuyo trabajo diario crea las condiciones en las que pueden crecer las plantas y alimentarse los animales superiores. También hace posible que los seres humanas podamos obtener materias primas esenciales.

Mientras un simpático milpiés recorre la puntera de mi zapato, observo como una lombriz se esfuerza en esconderse evitando los juguetones rayos de sol que atraviesan las ramas de los árboles.


Son los organismos del suelo, una categoría que abarca desde seres unicelulares hasta pequeños mamíferos excavadores, trabajan en equipo y desempeñan tareas vitales para el funcionamiento del planeta:

  • Descomponen la materia orgánica y, con ello, generan el suelo, lo renuevan y mantienen su productividad.
  • Hacen posible que el suelo almacene y libere carbono, ayudando a regular el clima.
  • Purifican el agua que se filtra a través del suelo, limpiándola de contaminantes. También aportan las estructuras necesarias para retener y almacenar agua en el suelo y en acuíferos subterráneos.
  • Controlan los brotes de plagas. Cuanto más rica es la biodiversidad del suelo, mayor es el número de predadores y menor la posibilidad de que una determinada especie se haga dominante.
  • Proporcionan medios para combatir enfermedades infecciosas. Por ejemplo, el antibiótico que llamamos penicilina es en realidad un hongo del suelo que fue identificado por Alexander Fleming en 1928. La rápida evolución de los microorganismos hace que el suelo sea una importante fuente de productos farmacéuticos y un botiquín indispensable para el futuro.

El problema es que, a día de hoy, el suelo se encuentra más amenazado que nunca. El uso que hacemos de él y el modo en que lo gestionamos, sumados al cambio climático, están produciendo efectos de gran alcance. Esto se debe a que el suelo es un recurso sumamente sensible y no es renovable a corto plazo, puesto que necesita décadas e incluso siglos para formarse.

Me alejo por el sendero pensando en volver y en la importancia de un suelo sano, un suelo biodiverso que garantice el buen funcionamiento de los ecosistemas.

Para saber más:

https://ec.europa.eu/environment/archives/soil/pdf/soil_biodiversity_leaflet_es.pdf

http://www.fao.org/resources/infographics/infographics-details/es/c/285729/