¿Qué es el efecto albedo?
En el marco de cambio climático en el que vivimos en la actualidad, las ciudades deben transformarse a través de su diseño y organización en urbes más sostenibles que sean capaces de paliar los efectos como el aumento de la temperatura en núcleos urbanos. Sobre este aspecto es clave la elección de materiales que permitan al mismo tiempo dar una solución arquitectónica y bioclimática.
Aunque el color de los materiales es una variable determinante en la respuesta térmica superficial de un material, su comportamiento puede ser mejorado o no por el efecto de otras características como: terminación, composición y envejecimiento. A escala urbana, los resultados muestran que la selección adecuada de materiales que recubren las superficies urbanas podría disminuir hasta 3 °C la temperatura del aire y 12 °C la temperatura de las superficies.
El albedo es la propiedad que tiene cualquier cuerpo de reflejar una radiación incidente. Cuanto más claro es la superficie de un cuerpo, más capacidad de reflejar la radiación incidente y por tanto, mayor es su albedo. Aplicado a la superficie de la Tierra, cuanto más albedo, mayor energía refleja al espacio y menor temperatura retiene.
Este efecto guarda una relación directa con el fenómeno del calentamiento global. Mientras que en zonas de nieves perpetuas o hielos, como en los polos, el albedo es muy alto porque la nieve y el hielo reflejan prácticamente toda la radiación solar, los bosques tienen un albedo bajo porque el color verde absorbe mucha radiación y por tanto no reflejan casi la luz del sol.
Necesitamos, por tanto, ciudades basadas en soluciones bioclimáticas donde los materiales utilizados den una respuesta efectiva permitiendo paliar la incidencia del cambio climático y en consecuencia ayudando a que los núcleos urbanos sean más habitables.
Para saber más: Reflectancia solar de las envolventes opacas de la ciudad y su efecto sobre las temperaturas urbanas