¿A que nos referimos cuando utilizamos la expresión «trabajar en red»? Seguro que lo hemos escuchado muchas veces, o incluso lo hemos practicado. Esta expresión hace referencia a la capacidad de poder llevar a cabo proyectos en común, tejiendo relaciones, aprendizajes, complicidades, avanzando e interconectado diferentes elementos o nodos hasta tener constituido un espacio común, abierto y diversificado, en el que se puedan ir sumando nuevas iniciativas, propuestas y empeños.

Pues este mismo esquema de relaciones es el que podemos encontrar en un bosque, donde los diferentes elementos que lo componen (árboles, suelo, temperatura y humedad, luz, rocas, hongos, bacterias, fauna y flora acompañante, etc.) se encuentran interrelacionados dando lugar a un ecosistema complejo y diverso.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la visión clásica de bosque como ‘pulmón’ natural, se nos hace insuficiente o incompleta pues no sólo los bosques están formados por árboles. Veamos los bosques, en el caso de Andalucía representado por el bosque mediterráneo, como ecosistemas biodiversos llenos de interconexiones establecidas entre los elementos bióticos y abióticos.

Pequeños fragmentos de bosque pueden tener mayor importancia de la esperada para la conservación de insectos. Fuente: Los bosques isla de Andalucía (2013) / Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente

Una buena gestión de los bosques asegura la supervivencia de los ecosistemas forestales y mejora sus funciones medioambientales, socioculturales y económicas. También puede aumentar al máximo la contribución de los bosques a la mitigación del cambio climático, así como ayudar a los ecosistemas y a las poblaciones que dependen de ellos a adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

Los bosques son refugio y soporte de multitud de seres vivos, y por tanto, fuente de biodiversidad. La biodiversidad ofrece alternativas a los cambios, capacidad de resiliencia y, en definitiva, capacidad evolutiva. Si somos capaces de cuidar y fomentar esta biodiversidad de nuestros bosques, podremos aprovechar los diferentes servicios ecosistémicos que nos ofrece. De lo contrario seguiremos comprometiendo el futuro del planeta, nuestro futuro.

Día 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques

En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques, siendo 2013 el primer año en celebrarlo oficialmente.

Los organizadores oficiales son el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como la Asociación de Colaboración en materia de Bosques,entre otras entidades y agrupaciones.

Mediante su celebración se rinde homenaje a la importancia de todos los tipos de bosques y se intenta generar conciencia al respecto. Cada vez que se celebra el Día Internacional de los Bosques, se alienta a los países a adoptar iniciativas en el plano local, nacional e internacional para la organización de actividades relacionadas con los bosques y los árboles, como, por ejemplo, campañas de plantación de árboles. El tema para 2020 es: «Bosques y biodiversidad».

Para saber más:

Publicación Los bosques isla en Andalucía

Los bosques y la biodiversidad frente al cambio climático

Día Internacional de los Bosques 2023: los bosques y la Biodiversidad