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¿Por qué el desperdicio de alimentos afecta a la biodiversidad?

La FAO ha estimado que un tercio de los alimentos se pierden o se desperdician cada año en el mundo. Esto implica un mal uso de los recursos y un impacto ambiental negativo, que se irán acentuando a medida que incremente la demanda de productos agrícolas como consecuencia del aumento de la población a nivel mundial.

La huella ambiental del desperdicio de alimentos se mide a través de cuatro indicadores:

  • La huella de carbono. La huella de carbono de los alimentos es la cantidad total de gases de efecto invernadero que se emite en todo el ciclo de vida de los mismos, expresada en equivalente de dióxido de carbono (CO2). Esta cantidad incluye todos los gases de efecto invernadero emitidos durante la producción, el transporte, la elaboración, la distribución y el consumo, así como las emisiones procedentes de la eliminación de los desechos. Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer emisor mundial de gases de efecto invernadero.
  • La huella hídrica. La huella de agua de un alimento es la cantidad de agua dulce utilizada para producir y suministrar ese producto a su consumidor final en todas las etapas de la cadena de suministro. La huella de agua consta de tres componentes: aguas azules (aguas subterráneas o superficiales), aguas verdes (precipitaciones) y aguas grises (aguas utilizadas para diluir concentraciones de contaminantes hasta un nivel aceptable). Los estudios de la huella de agua de los alimentos se suelen centrar en la huella de aguas azules, que depende del tipo de alimento, así como de las características del sistema de producción. Desde regar los cultivos y abrevar al ganado hasta los usos de la acuicultura, la agricultura representa alrededor del 70% de la extracción de agua en todo el mundo; el 30% restante se extrae para la producción industrial y el abastecimiento de agua para uso doméstico.
  • La ocupación del suelo. Aunque no existe un método consensuado para cuantificar la huella de tierra total de la producción alimentaria, la FAO la calcula a partir de la superficie de tierra necesaria para producir los alimentos. La mayor parte de la expansión histórica de las zonas agrícolas se ha debido a la deforestación, a pesar de que los bosques desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad ambiental. En consecuencia, el uso de la tierra es crítico en lo relativo al cambio climático, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Las superficies ocupadas por el desperdicio de alimentos se pueden comparar con las áreas de los países más grandes del mundo: el desperdicio de alimentos es segundo después de Rusia.
  • La biodiversidad, que a su vez puede verse afectada por las tres anteriores. El impacto del desperdicio de los alimentos en la biodiversidad es evaluado a través de la deforestación debido a la agricultura, la lista de especies en vía de extinción y el índice trófico marino.

Estos indicadores se obtienen a través de varias fuentes de información que incluyen cálculos relacionados con la variación de la superficie agrícola, el cambio de la cobertura forestal, el porcentaje de especies amenazadas debido a la agricultura y la disminución de la abundancia y la diversidad de peces. Todos ellos se analizan teniendo en cuenta la ubicación del desperdicio.

En general, el 66% de las especies clasificadas como vulnerables, en peligro de extinción o en peligro crítico están amenazadas por la agricultura. En la mayoría de las regiones marítimas, incluidos los mares de Europa, la pesca ha disminuido o colapsado. Asimismo, dos tercios de los mares sufren una pérdida de diversidad de peces.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

La meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere, “de aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per capita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”.

Objetivo de Desarrollo Sostenible 12

Objetivo de Desarrollo Sostenible 12

La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos también puede contribuir a la consecución de otros ODS, en particular el objetivo del Hambre cero (ODS 2), para el cual se exige poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible. Asimismo, los efectos ambientales positivos previstos derivados de la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos repercutirían, entre otros, en el ODS 6 (gestión sostenible del agua), el ODS 13 (cambio climático), el ODS 14 (recursos marinos) y el ODS 15 (ecosistemas terrestres, silvicultura, biodiversidad).

Fuente:

Informe Huella del desperdicio alimentario – Impactos en los Recursos Naturales (FAO, 2013).

El estado mundial de la agricultura y la alimentación (FAO, 2019).