Podemos encontrar tres niveles principales de diversidad que se interrelacionan entre sí y cumplen un papel clave para el adecuado funcionamiento de la vida en nuestro planeta:

• Diversidad genética, que hace referencia a los componentes del código genético de cada organismo y la variedad de estos entre individuos dentro de una población y entre poblaciones de una misma especie.
• Diversidad de especies o diversidad taxonómica, que incluye la variedad de especies o taxones (géneros, familias, etc.) diferentes presentes en un hábitat o región
• Diversidad de ecosistemas, resultado de la complejidad de medios, especies y relaciones entre especies, modelos de organización, procesos ecológicos y evolutivos, ciclos biogeoquímicos, etc.

El ser humano también forma parte de la biodiversidad, y por ello, podríamos añadir un cuarto nivel, la diversidad cultural.

¿Quieres saber más?

Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica

Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad

Imagen: Fundación Biodiversidad