¿Cuál es la diferencia entre desertización y desertificación?
Nos encontramos ante el tipo de palabras en las que hay que detenerse un momento antes de utilizarlas. En primer lugar, porque son muy parecidas, pero principalmente, porque encierran significados diferentes. Aunque es cierto que ambos términos están relacionados con la degradación de las propiedades del suelo y la disminución de la disponibilidad de agua en un territorio, existen grandes diferencias.
Mientras que la desertización es un proceso natural de expansión de los desiertos originado fundamentalmente por causas geomorfológicas y climáticas, la desertificación es un proceso complejo de degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas que se debe a múltiples factores, incluyendo la acción del ser humano. El aumento de la desertificación implica la desaparición gradual de la capa superficial de suelo fértil dando lugar a tierras cada vez menos productivas.
Las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas cubren un tercio de la superficie del planeta. Factores como el aumento de la aridez (especialmente en áreas más vulnerables al cambio climático), la deforestación, la minería, el sobrepastoreo, las malas prácticas de riego, pobreza y la inestabilidad política incrementan el riesgo de desertificación y afectan negativamente a la productividad del suelo a nivel mundial.
En Andalucía, las causas principales de que más del 50% del territorio se encuentre en riesgo alto o muy alto de desertificación son el incremento de la aridez, la erosión del suelo, la frecuencia de incendios y la presión del ser humano sobre el medio.
17 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
En 1995 la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (resolución 49/115), en conmemoración de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación el 17 de junio de 1994. Se invitó a todos los Estados a que dedicaran el Día Mundial a sensibilizar a la sociedad respecto de la necesidad de cooperar en el plano internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía y de aplicar la Convención de Lucha contra la Desertificación.
Este año, el Día Internacional se centra en en cambiar las actitudes públicas hacia la principal causa de la desertificación y la degradación de las tierras: la producción y el consumo incesantes de la humanidad.
El crecimiento demográfico, el aumento de los ingresos de la población y el incremento de la población urbana intensifican la demanda de tierra para producir alimentos, forrajes y fibras textiles. Mientras tanto, la salud y la productividad de la tierra cultivable existente están disminuyendo, un declive que se ve empeorado por el cambio climático.
Con el fin de contar con tierras productivas suficientes para satisfacer la demanda de 10 000 millones de personas en 2050, es necesario modificar nuestro estilo de vida. A través del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, celebrado bajo el lema “Alimentos. Forrajes. Fibra.”, se aspira a educar a las personas sobre la manera de reducir su impacto individual.
Para saber más:
La desertificación en España.
Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, 17 de junio