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Cómo contribuye la cría de camélidos a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El 4 de diciembre de 2023 en la sede de la FAO en Roma, las Naciones Unidas anunciaron oficialmente su decisión de declarar 2024 como Año Internacional de los Camélidos (AIC 2024).

Alpaca. Foto: Pixabay

Durante el evento, representantes de la ONU y autoridades de Arabia Saudita, Perú, Bolivia, India, Etiopía y Mauritania subrayaron que los camélidos juegan un papel importante en las contribuciones al bienestar de las comunidades rurales poniendo de relieve cómo los camélidos son clave para la subsistencia de millones de hogares en entornos hostiles en más de 90 países, en particular los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Las alpacas, los guanacos, las llamas, las vicuñas y otros tipos de camélidos desempeñan un papel fundamental en la cultura, la economía, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las comunidades de las tierras altas andinas y de las tierras áridas y semiáridas de África y Asia, incluidos los Pueblos Indígenas. Incluso en condiciones climáticas extremas siguen produciendo fibra y alimentos nutritivos. Es necesario por tanto, aumentar la inversión en el sector abogando por una mayor investigación, desarrollo de capacidades y el uso de prácticas y tecnologías innovadoras.

Llamas

Llamas. Foto: Pixabay

Actualmente existen proyectos desarrollados por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), como el proyecto Pro-Camélidos desarrollado en Bolivia para aumentar la producción primaria de camélidos a través de promover el acceso a servicios financieros –incluyendo servicios de ahorro y préstamo-  de los pequeños criadores de camélidos.

También en Túnez se han realizado inversiones para apoyar zonas de pastoreo, asociaciones de pastores e instalaciones de procesamiento de carne de camélidos. Este proyecto desarrollado en el país africano está mejorando las condiciones de vida y creando oportunidades para las poblaciones rurales vulnerables, especialmente las mujeres, ya que tradicionalmente, la cría de camellos es una ocupación exclusivamente masculina.

Por todo esto, los camélidos y su interacción en el ámbito cultural, económico, a nivel de seguridad alimentaria y como medio de subsistencia de muchas comunidades promueven el avance y consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Concretamente:

– ODS Nº 1. FIN DE LA POBREZA. A través de la lucha por la erradicación de la pobreza extrema al actuar como recurso económico en las comunidades rurales.
ODS Nº 2. HAMBRE CERO. Por su contribución al sistema agroalimentario mundial en su lucha contra el hambre.
ODS Nº 5. IGUALDAD DE GÉNERO. Promoviendo el empoderamiento de las mujeres al formar parte de proyectos de éxito en un campo tradicionalmente masculino. 
ODS Nº 13. ACCIÓN POR EL CLIMA. Los camélidos presentan una gran capacidad de adaptación a condiciones de sequía pudiendo convertirse en una estrategia clave de adaptación y ayudar a las comunidades a aumentar su resiliencia. También pueden contribuir a reducir las emisiones de metano en comparación con otros rumiantes. Así pues, los camélidos no sólo pueden contribuir a la adaptación, sino también a mitigar las emisiones.
ODS Nº 15. VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES. Realizando un uso sostenible de los ecosistemas terrestres donde se desarrollan los proyectos.

Ciencia andaluza 

En lo que respecta a la Península Ibérica, los camélidos resultan animales con los que estamos poco familiarizados. Sin embargo, según un estudio científico andaluz, España y en concreto Andalucía sí contó con la presencia de alguna de estas especies.

El grupo Investigación en Recursos Patrimoniales de la UCO, junto con el CSIC-Granada, la UNED y la Universidad de Granada, han localizado e identificado restos de nueve dromedarios en la ciudad y otros dos en Medina Azahara, convirtiendo a Córdoba en «el yacimiento de la Península Ibérica donde la presencia de dromedarios es más clara en cuanto a número de individuos».

dromedarios UCO

Los investigadores José Antonio Riquelme Cantal y Juan Manuel Garrido Anguita mostrando parte del hueso de la mandíbula de un dromedario actual.

Al parecer, no eran exclusivos de la época andalusí, sino que también pertenecieron al periodo romano, momento en el que no había evidencias de dromedarios en Córdoba.

Para saber más: Año Internacional de los Camélidos: Celebración y llamamiento a la acción en 2024